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Orlando: algunas víctimas habrían caído por balas policiales

Según The New York Times “no está claro si algunas de las víctimas fueron accidentalmente baleadas por los agentes”. El jefe del departamento de Policía debió salir a defender la actuación de la institución: "Salvamos vidas".

14 Junio de 2016 22:00
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Cuando aún sigue el duelo en los Estados Unidos por la masacre en el club nocturno Pulse de la ciudad de Orlando, que dejó un saldo de 49 muertos y 53 heridos, la hipótesis de que algunas de las víctimas hayan sido alcanzadas por “fuego amigo” de las fuerzas de seguridad que participaron del operativo encendió la polémica.

La versión de muertes por "fuego amigo" encendió la polémica. 

Según The New York Times, que cita a fuentes de la investigación, “no está claro si algunas de las víctimas fueron accidentalmente baleadas por los agentes accidentalmente”, algo que en una situación límite y en medio de un feroz tiroteo no es descabellado.

Todas las fuerzas de seguridad participaron del gigantesco operativo. 

La tragedia en el boliche duró tres horas desde que el atacante se atrincheró en el local bailable con rehenes hasta que la policía decidió ingresar derribando una pared con un vehículo blindado.

En ese momento, varios agentes tomaron el boliche por asalto y mataron a Mateen tras un breve pero intenso tiroteo.

Previamente, la policía había intentado hacer un agujero con explosivos para salvar a un grupo de personas que Mateen había encerrado allí. Sin embargo, la detonación no bastó para hacer un boquete lo suficientemente grande, por lo que los agentes se lanzaron con el vehículo contra el muro.

La policía hizo un boquete en una de las paredes del boliche. 

“En ese momento teníamos la impresión de que si no lo hacíamos iban a morir más personas”, afirmó el jefe de la Policía local, John Mina.

Por el hueco escaparon varios de los asistentes a la fiesta que se celebraba en el local. El atacante, de 29 años, también salió del edificio por el mismo agujero, con dos granadas de mano y disparando, por lo que fue abatido.

En este sentido, aún no está claro a cuántas personas mató el atacante o si algunas fueron víctimas del fuego cruzado durante el asalto.

El accionar de las fuerzas de seguridad quedó en el centro de la escena. 

Ante la instalación de la versión, el jefe del departamento de Policía debió salir a defender la actuación de la institución.

“La respuesta inicial de la fuerza salvó decenas y decenas de vidas”, afirmó, aunque evitó aclarar si algunas de las víctimas murieron al ser alcanzadas por disparos de la propia fuerza.

El jefe policial defendió el accionar de los efectivos. 

La postura oficial es que el peligro “inminente” de nuevas muertes llevó a la policía a entrar en el boliche Pulse. “Creíamos que eran inminentes más pérdidas de vidas y por eso tomé la decisión de iniciar la operación de rescate”, explicó el jefe del Departamento de Policía de Orlando, John Mina.

El jefe del Departamento de Policía de Orlando, John Mina. 

El agente relató que sus negociadores hablaron con Mateen, y que mientras que mantuvieron estas conversaciones parecía “tranquilo” y no se produjeron disparos.

Omar Mateen, el hombre que desencadenó la tragedia. 

El jefe policial comentó también que durante éstas el sospechoso juró lealtad al Estado Islámico (EI) y trató de negociar.

Sin revelar muchos detalles, Mina indicó que gracias a las conversaciones pudieron saber que Mateen se refugió en uno de los baños del boliche, donde tenía a cuatro o cinco rehenes, mientras mantenía entre 15 y 20 en otro.

Agentes del FBI, en el lugar de la tragedia. 

La Policía desmintió en las redes sociales los “infundados” rumores de que hubiese más de un sospechoso en el local y aseguró que el único asesino, Omar Mateen, “está muerto”.

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