16 Noviembre de 2015 16:31
Su imagen colgando de la ventana del segundo piso del Teatro Le Bataclan, pidiendo ayuda y gritando que estaba embarazada, mientras la gente trataba de escapar de la muerte, fue una de las más impactantes de los ataques en París, y recorrió el mundo.
Ya a salvo, la mujer quiso encontrar a su “salvador, el hombre que la tomó de la mano para ayudarla a subir para darle las gracias.
“Enseguida quiso dar las gracias a todas las personas que tuvieron un buen gesto hacia ella, y sobre todo al hombre que se paró unos segundos en su huida para tenderle la mano y ayudarla a subir”, explicó Frans Torreele, un amigo de ella, a HuffPost Francia.
El momento que impactó al mundo, cuando la mujer es rescatada de la ventana.
Fue así que tanto él como el resto de sus amigos empezaron una campaña a través de las redes sociales para dar con el hombre en cuestión.
“La mujer embarazada que todos vieron en el video, suspendida en la ventana de Bataclan, pidiendo ayuda, quiere encontrar al hombre que la subió (y que, al mismo tiempo, la salvó). Solo para decirle “gracias”. Si tienen sus datos o su nombre, por favor pónganse en contacto conmigo por Twitter (@__F_A_T_ o por correo electrónico ([email protected]). Si no tienen información, por favor compartan el mensaje. Son geniales (y lo que también es genial es que ella está bien) (Por favor, si son periodistas, también sería genial que no intenten ponerse en contacto con ella). Por ella, gracias por retuitear este mensaje”, publicó.
“Gracias al anuncio en Twitter, el hermano del hombre que la ayudó se contactó conmigo por mail. Verifiqué con él y con mi amiga que se trataba de la persona correcta, e intercambiaron sus números. Él también está bien, que es lo que todos queríamos saber”, explicó su amigo, y agregó que tanto la mujer como su “héroe” preferían mantener el anonimato.
“A ella la salvó una sucesión de pequeños gestos y atenciones. En un momento de locura total, esos gestos minúsculos consiguieron grandes cosas”, relató.
“Apenas somos capaces de imaginar hasta qué punto una mano tendida o una palmada en el hombro pueden salvar a la gente, y esas personas se merecen un agradecimiento, un abrazo”, concluyó.