El dibujo animado de "Peppa Pig" comenzó a ser visto con malos ojos por las autoridades del gobierno de China, que censuraron la serie en la plataforma de streaming Douyin, que desembarcó en el oriente en el año 2000 y desde entonces generó un revuelo en los jóvenes adultos. En concreto, el Partido Comunista Chino, según difundió el medio oficial El Diario del Pueblo, consideró que el fanatismo reinante en la sociedad china con Peppa generó un boom de consumo de sus productos es un "acto perverso".
"Muchos escolares intentan diferenciarse compitiendo con sus relojes y accesorios de Peppa Pig", para beneficio de los "fabricantes de falsificaciones", alertó la publicación que insistió con que la chanchita protagonista se convirtió en un ícono para la subcultura de una "juventud poco educada, sin trabajo estable y ociosa" algo "en las antípodas" de lo que "desea cultivar el Partido".
El dibujo fue censurado en China.
Según medios locales, el dibujito infantil de la BBC forma parte de una lista de contenidos censurados por Douyin en la que también aparecen los hombres travestidos, los desnudos excesivos y "los comportamientos eróticos". El diario nacionalista Global Times señaló en enero que los usuarios de las redes sociales habían estado circulando "versiones falsas explícitas" de la caricatura en línea, haciendo referencias a los pedófilos y los órganos sexuales. Y un artículo reciente en el popular portal de noticias Sohu señala que ha habido una oleada particular de usuarios de las redes sociales que hacen emojis y memes personalizados de las caricaturas.
El Partido Comunista Chino decidió la censura de 30.000 episodios.
En Reino Unido también hay críticas
Peppa también suma detractores luego de recibir quejas de las asociaciones médicas por jóvenes que comparten la misma forma de medicina que sostiene el dibujo. El doctor que aparece en la serie de animación, Brown Bear, ofrece a sus pacientes una atención "sin precedentes". Es que en el dibujo, el oso médico atiende una gran cantidad de pacientes todos los días, algo que los profesionales del Reino Unido consideran que es de imposible cumplimiento. Las críticas también llegan porque ante el menor síntoma de resfrío, Peppa llama a un médico para que vaya a su casa.