El lunes se dio a conocer un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y China sobre el origen del coronavirus, en el que consideran "entre probable y muy probable" la hipótesis de una transmisión al hombre vía un animal intermedio infectado por un murciélago. Este análisis, claro está, prácticamente descarta la tesis de que el virus se haya originado en un laboratorio.
A más de un año de la pandemia, el informe final llegó mientras buena parte del mundo afronta la tercera ola; América latina enfrenta, con medidas dispares, un rebrote de relevancia, y Europa aparece con situaciones muy diversas según los países, que avanzan en un lento proceso de vacunación.
El informe OMS-China confirma las primeras conclusiones que los expertos presentaron aquel 9 de febrero de 2020 en Wuhan, cuando terminaron su misión de cuatro semanas. Según el documento, los expertos se inclinan por la teoría hasta ahora aceptada de que el virus se transmitió de un primer animal, probablemente un murciélago, al hombre, vía otro animal que actuó como intermediario y que aún no fue identificado.
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La posibilidad de una transmisión directa entre el animal inicial y el hombre -subraya el documento-, es todavía considerada entre "posible y probable" en este informe. Este análisis es aguardado con expectativa porque podría ayudar a los científicos a evitar futuras pandemias, pero también es altamente delicado porque China rechazó fuertemente cualquier insinuación de que es responsable del COVID-19.
Lo cierto es que este martes, el jefe de la OMS le pidió a los investigadores de los orígenes de la pandemia que profundicen en la teoría de un posible incidente de laboratorio. “Aunque el equipo ha llegado a la conclusión de que una fuga en el laboratorio es la hipótesis menos probable, esto requiere una investigación más profunda, posiblemente con misiones adicionales en las que participen expertos especializados, que estoy dispuesto a desplegar”, dijo.
Tedros Adhanom Ghebreyesus se refirió al tema en una sesión informativa a los Estados miembros de la OMS sobre el tan esperado informe de los investigadores tras una misión internacional en Wuhan (China) y expresó su preocupación por las dificultades que tuvo el equipo internacional para acceder a los datos durante la misión: “Espero que los futuros estudios de colaboración incluyan un intercambio de datos más oportuno y completo”.
En ese sentido, remarcó que para la OMS todas las hipótesis siguen sobre la mesa. "Este informe es un comienzo muy importante, pero no es el final. Todavía no hemos encontrado el origen del virus, y debemos continuar siguiendo la ciencia y no dejar ninguna piedra sin remover mientras lo hacemos”, expresó Tedros en un comunicado.
Cabe remarcar que los retrasos en la publicación del informe habían generado suspicacias sobre si China no estaba intentando sesgar sus conclusiones. "Tenemos preocupaciones reales sobre la metodología y el proceso usados para este informe, incluyendo el hecho de que el Gobierno de Beijing aparentemente ayudó a redactarlo", advirtió el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una entrevista con la cadena CNN.
Sin embargo, China rechazó esas afirmaciones. "Estados Unidos ha estado hablando en público sobre el informe. Al hacer esto, ¿no trata Estados Unidos de ejercer presión política sobre los miembros del grupo de expertos de la OMS" que lo elaboró?, se preguntó con ironía el vocero de la Cancillería china, Zhao Lijian.
El grupo que realizó su investigación en Wuhan, la ciudad del centro de China donde primero se detectó el virus, en diciembre de 2019, tampoco descartó la posibilidad de que el virus haya llegado en carne congelada, una idea que Beijing defiende, considerando que es algo "posible". Lejos de esa polémica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró la aceleración del ritmo de vacunación, pero dejó en claro que "el trabajo está lejos de terminar".
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En el resto del continente, Brasil sigue siendo el país más golpeado y cada día aporta un dato que da la medida de su situación: se supo que la ciudad de San Pablo, la más grande de Sudamérica, contratará 50 vehículos de transporte escolar, que por la cuarentena no están trabajando, para trasladar cadáveres de fallecidos de los hospitales a los cementerios para no extender el colapso sanitario al sistema funerario.Brasil, el segundo país más afectado en todo el mundo, acumulaba 12.534.688 casos confirmados, de los cuales 1.309.541 personas tenían la infección activa y 312.206 murieron por la enfermedad. Por su parte, Chile decidió postergar sus elecciones del 11 de abril para evitar más contagios, en medio de una situación epidemiológica crítica que volvió a dejar más de 7.000 nuevos casos de coronavirus por quinto día consecutivo y un récord para la capital, Santiago.
En Uruguay, pese a la alta ocupación de camas en cuidados intensivos, el presidente Luis Lacalle Pou -que se vacunó hoy- reiteró que Pese a estas cifras, el mandatario volvió a asegurar hoy a la salida del vacunatorio que "el Gobierno no va a establecer una cuarentena obligatoria porque no cree en un Estado policíaco", pese al reclamo de sindicatos y organizaciones médicas.
Por su parte, Perú decretó la prórroga del estado de emergencia durante todo abril, según consta en el diario oficial El Peruano, porque se encuentra "en la parte más alta de la segunda ola", según su ministro de Salud, Óscar Ugarte. En Asia, Pakistán y Filipinas impusieron bloqueos para contener la nueva ola de la pandemia, en ambos casos en las capitales, Islamabad y Manila, respectivamente, y sus alrededores.
Europa sigue mostrando un cuadro dispar: mientras Francia batió su récord de pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos, el Reino Unido inició una fase algo más relajada, con la reapertura de las instalaciones deportivas al aire libre, incluidas las canchas de tenis, fútbol y campos de golf, y la posibilidad de reuniones en grupos de hasta seis al aire libre.
Finalmente, Australia dispuso un confinamiento de tres días en la ciudad de Brisbane por la aparición de siete casos, el mayor número registrado en el país en las últimas semanas. "Se trata de la variante británica y es muy contagiosa", declaró la premier del estado de Queensland, Annastacia Palaszczuk.