Perú no es el único país sudamericano que atraviesa horas de crisis. Luego de una suba en el precio de los combustibles que determinó una huelga de transportistas, el gobierno de Lenin Moreno pende de un hilo. 

Ajuste y protestas

Si bien las protestas gremiales llegaron a su fin, los aumentos en la nafta determinaron a su vez incrementos en los precios de los pasajes del transporte urbano e interprovincial que elevaron el descontento popular y determinaron masivas movilizaciones reclamando en contra de las políticas de ajuste ordenadas por el Fondo Monetario Internacional en el país.  

Paralelamente, una ola de saqueos asoló varias provincias andinas del país, con compañías lácteas y haciendas agrícolas como principales blancos. "Algunas plantaciones de flores hoy en la mañana han sufrido la entrada de personas violentas para sacar a sus trabajadores y obligarlos a plegarse a la marcha. Eso no es protesta social", señaló al respecto el lunes el secretario de Moreno, Juan Sebastián Roldán, señalando que los hechos son un intento de desestabilización. 

Desalojo

Y durante el lunes, miles de indígenas llegaron a la capital ecuatoriana para sumarse a las marchas en Quito, junto a organizaciones de izquierda, gremios y jóvenes opositores. A medida que los manifestantes cercaban el centro histórico de la ciudad -y que la policía los reprimía violentamente-, Moreno ordenó el desalojo de la casa de gobierno y mudó la sede de gobierno a Guayaquil. 

Mientras tanto, el presidente subrayó que no dará ni un paso atrás en relación a las medidas económicas tomadas, y acusó a su predecesor Rafael Correa de estar detrás de las manifestaciones en connivencia con el venezolano Nicolás Maduro. 

Contra Correa

"Lo que ha sucedido no es una manifestación social de protesta frente a una decisión de gobierno. Aquí hay una manifestación política para romper el orden democrático", señaló Moreno asegurando que las protestas están siendo fogoneadas por "individuos externos pagados y organizados".

Correa, por su parte, se defendió señalando que "los golpistas han sido ellos, que han roto la Constitución cuantas veces le ha dado la gana". Además, pidió que el presidente ecuatoriano llame a elecciones. "Así se resuelven los conflictos en democracia: en las urnas", sentenció.