06 Mayo de 2021 09:50
Colombia entró hace una semana en una espiral de protestas y enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerza pública, que por el momento, parece no tener fin.
Lo que comenzó como una manifestación contra la propuesta de reforma fiscal impulsada por el Gobierno en medio de una crisis económica, se ha convertido en continuas protestas contra la pobreza y la desigualdad, agravadas por la incomoda situación que se vive en el país por la pandemia.
La escalada de la violencia en todo el país -con Cali como epicentro pero también en municipios pequeños y de tamaño medio- tiene las principales carreteras bloqueadas, decenas de peajes destrozados y cientos de edificios públicos y privados quemados.
El gobierno de Iván Duque, que propuso este martes una mesa de negociación con todos los sectores incluyendo manifestantes, atribuye la violencia a infiltrados de grupos guerrilleros y terroristas, así como a vándalos que aprovechan para saquear el comercio.
Leer más | Biden declaró su apoyo a la liberación de las patentes, pero aún no envían las vacunas de Argentina
Lo cierto es que hoy el mandatario tiene desafíos por donde se mire: en su partido, en las calles, dentro de las fuerzas armadas, en materia fiscal y en lo político.
De hecho, las protestas esta vez llegaron a pequeños y medianos municipios y han paralizado la producción, el abastecimiento y el transporte en rincones inesperados.
Los manifestantes acusan a las fuerzas de seguridad de utilizar una violencia letal, mientras que el Gobierno dice que la policía está enfrentando grupos armados ilegales.
Hasta ahora, el menos 40 personas, entre ellas un policía, han muerto durante las protestas y las denuncias de brutalidad policial se propagan a través de las redes sociales, donde también se menciona que hay muchos desaparecidos.
En medio de este duro contexto, Duque anunció la creación de una mesa diálogo nacional que incluirá a los sectores y actores del país en busca de soluciones al descontento ciudadano.
"Instalaremos un espacio para escuchar a la ciudadanía y construir soluciones. No deben mediar diferencias ideológicas, sino un profundo patriotismo. Es vital contar con todas las instituciones, los partidos, el sector privado, los gobernadores, los alcaldes, y los líderes de la sociedad civil", subrayó el mandatario, en un mensaje que replicó su cuenta de la red Twitter.
Las reuniones comenzaron este miércoles mismo con presencia de "las Cortes, los entes de control, la Fiscalía, los presidentes de Senado y Cámara, y también representantes de la sociedad civil, los gobernadores, alcaldes, asociaciones, el sector privado y a quienes están en las Juntas de Acción Comunal, entre otros, según explicó el mandatario.
Leer más | El mapa sanitario del país y la llegada de las dosis de AstraZeneca: cómo sigue la campaña de vacunación
En paralelo, el frente social convocó a marchar este miércoles porque "la gente en las calles está exigiendo mucho más que el retiro de la reforma tributaria" y lanzó un nuevo pliego con nuevas reivindicaciones, entre ellas el retiro del proyecto de reforma de salud, un mejor manejo de la pandemia y una renta básica acorde a la canasta de alimentos.
Después de eso, el presidente utilizó sus redes para decir que detrás de las protestas hay grganizaciones criminales, y que por eso, ofrecen una recompensa de $10 millones, activamos línea 3232729668 de denuncia y Grupo Especial contra el Vandalismo y Delitos para ir tras "dinamizadores de violencia".
Las protestas lograron ya dos efectos inesperados en un país donde la movilización social, que era esporádica y tachada de "subversiva", rara vez tuvo consecuencias políticas: las retirada de la reforma tributaria y la caída del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.