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Puccio, narcos y la mafia rusa: tumbas de ladrones que son íconos

Tanto aquí como en el resto del mundo hay ejemplos notorios de reconocidos malvivientes que convocan visitas desde el más allá. El "tour" Escobar Gaviria en Medellín y el culto a criminales que se rinde en Chile y Rusia.

17 Octubre de 2016 19:52
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La visita a la tumba de un cementerio suele asociarse con aquél familiar o amigo del fallecido que se acerca a verlo en su última morada.

Sin embargo, las personalidades famosas también generan un magnetismo especial en mucha gente, que atraída por esa idolatría que le profesan a distintos ídolos populares también suelen acudir a ofrecerle un íntimo tributo.

Claro que, aunque suene extraño, también son muchos delincuentes célebres los que, cual estrellas de rock, atraen a cientos de personas que marchan rumbo a la tumba de aquellos sujetos que, en muchos casos, paradójicamente, le quitaron la vida a muchos otros iguales a ellos.

EL CASO PUCCIO 

Acaso el caso más emblemático en nuestro país sea el de Arquímides Puccio, cuya tumba se encuentra en la localidad de General Pico, La Pampa.

La tumba de Puccio, en la localidad pampeana de General Pico. 

Hasta hace no mucho tiempo olvidada, la repentina “Pucciomanía” que se desató a partir de la película “El Clan” y la serie televisiva “Historia de un Clan”, hizo que muchos turistas y curiosos visiten la tumba del siniestro líder de la banda familiar que secuestraba empresarios en su casa de San Isidro.

La "Pucciomanía" desatada a partir del film y la serie despertaron la curiosidad por la tumba.

Esa suerte de tour macabro sorprendió a los encargados del cementerio. “En la primera semana de la película, cuando todos hablaban del clan, unas cincuenta personas por día querían ver la tumba del asesino”, comentó un empleado del lugar.

“No venía a verlo nadie, pero cuando se estrenó la película aparecieron muchos curiosos. Algunos se sacaban fotos en la tumba y hasta le dejaban flores”, agregó otro.

Vale recordar que el temible asesino se fue de este mundo pobre, solo y olvidado hasta por su propia familia, a punto tal que nadie quería enterrarlo y fue puesto en un cajón barato.

La tumba ocupa la zona de los “parias”, donde van a parar los cadáveres que nadie reclama. Puccio comparte espacio con un hombre que murió hace treinta años, y los une la misma cruz de piedra carcomida.

La lápida del asesino es obsoleta y la letra, desprolija y tallada con un punzón, delata que fue hecha de apuro, como para sacársela de encima.

ESCOBAR GAVIRIA

El célebre narco colombiano, fallecido en 1993, se encuentra enterrado en el Cementerio Monte Sacro de su Medellín natal.

Amado y respetado por un gran sector de la población, diariamente llegan hasta su tumba miles de personas desde distintos lugares del mundo, muchos de los cuales le rezan y le dejan mensajes.

La tumba del célebre narco colombiano, en el Cementerio Monte Sacro de Medellín.

El lugar es parte de toda una empresa del turismo montada alrededor de su historia, que incluye no sólo su última morada sino también otros lugares emblemáticos de su vida como el complejo de edificios desde donde operaba su negocio, la estación de policía que bombardeó, la prisión donde fue encarcelado, la casa donde encontró la muerte y la fastuosa Hacienda Nápoles, donde solía pasar sus vacaciones.

"Popeye", exintegrante del cartel de Medellín, suele visitarlo a menudo.

EN CHILE

Un estudiante de Derecho creó un grupo en Facebook para rendirle tributo a María del Pilar Pérez, condenada a 60 años de cárcel por contratar a un sicario para matar a tres personas, incluido su ex esposo.

“Era una broma destinada más que nada a los amigos, pero la cosa fue agarrando vuelo”, explicó el responsable de la idea, Joan Montt, cuyo grupo en honor a “La Pili”, como se conoce popularmente a la asesina,  tiene nada menos que 4.750 seguidores.

Sin embargo, el culto a criminales de alta connotación pública no es un hecho ajeno a Chile.

Cuando la pena de muerte no estaba abolida y alguien era condenado al paredón de fusilamiento, su violento fin, en la creencia popular, expiaba sus pecados y el ajusticiado por lo general terminaba siendo venerado.

Acaso el caso más conocido en tierra trasandina sea el del asesino en serie de Valparaíso, Emile Dubois, un inmigrante francés de tendencia anarquista que llegó al puerto con la fama de aventurero y que alcanzó notoriedad por cuatro asesinatos a prestamistas de ascendencia extranjera, los cuales justificó diciendo que sus crímenes no eran contra chilenos y que con ellos buscaba “justicia social”.

La tumba de Emile Dubois, en Chile.

El 26 de marzo de 1907 fue fusilado en la cárcel, momento a partir del cual nació la leyenda, y es el día de hoy que su tumba en el cementerio de Playa Ancha recibe muchísimas visitas de quienes llegan a pedirle todo tipo de favores y milagros.

En la misma línea se encuentra el “Chacal de Nahueltoro” Jorge del Carmen Valenzuela, quien la  tarde del 20 de agosto de 1960 mató a su conviviente y a los 5 hijos de ésta porque la mujer no pudo cobrar una pensión de viudez.

El lugar donde descansan los restos del "Chacal" es un verdadero atractivo turístico.

El indulto nunca llegó, pero nadie se olvidó de la historia del “Chacal”, que se convirtió en un verdadero atractivo turístico ya que cada 1° de noviembre (Día de Todos los Santos) se realizan romerías en su tumba en el cementerio de San Carlos, en la Octava Región.

Una devoción parecida es la que existe en el Cementerio General por las tumbas de Francisco Cuadra y Luis Osorio, acusados de matar, junto a otros delincuentes, a dos ancianas millonarias y a su asesora del hogar, ultimándolas a golpes y con un arma de fuego en 1964.

Otro caso que se mantiene fresco en la memoria es el del delincuente Mario Lecaros, quien se suicidó cortándose las venas en septiembre de 2007, mientras era buscado por la policía como el único sospechoso de asesinar al empresario Mauricio Saba.

En vida, Lecaros mandó a construir un santuario, con flores, asientos de madera y cemento, y una cruz de madera de más de dos metros con vista al río Mataquito y al pueblo de Hualañé.

Tras su muerte, mucha gente va a ese lugar a rendirle honores ya que, aunque no tiene acceso para autos, las visitantes llegan con flores, fotos y hasta motos todoterreno de juguete, para recordar la afición de Lecaros por estos vehículos. A estos criminales "el pueblo les reconoce ciertas facultades milagrosas", señala el sociólogo especialista en sectas, Humberto Lagos, aunque obviamente no todos gozan del fervor popular.

LA MAFIA RUSA 

La mafia rusa o mafia roja es una organización criminal que tuvo su auge en épocas de la ex Unión Soviética, y que ha ganado mucho poder e influencia en todo el mundo con el correr del tiempo.

Los líderes de la mafia rusa son homenajeados con estatuas con sus figuras y nombres.

Sin embargo, estos criminales, lejos de ser mal vistos, son idolatrados por gran parte de la sociedad y es por ello que sus tumbas contienen grandes retratos y hasta estatuas con sus figuras y sus nombres.

Es que si bien el crimen organizado ha existido en Rusia desde la época de los zares, y en ese entonces la mafia era muy mal vista, luego de la Segunda Guerra Mundial, y en pleno auge de la Unión Soviética, los mafiosos ganaron una gran trascendencia social, siendo conocidos y respetados por todos.

Denostados en la época de los zares, los mafiosos cobraron trascendencia tras la Segunda Guerra.

Desde ese entonces hasta el día de hoy, la imagen de la mafia ha cambiado para muchas personas y pasaron de delincuentes a ser idolatrados por quienes quieren seguir sus pasos.

EL CHAPO YA TIENE LA SUYA

Pese a que aún no se despidió de este mundo, el célebre narco mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán ya se mandó a construir lo que será su última morada, que seguramente se convertirá en otro foco de atracción para seguidores, turistas y curiosos de todas las latitudes. 

Se trata de una construcción valuada en dos millones de dólares, que contiene un altar para el cadáver y cuenta con una suite de dos habitaciones, bar y sala de estar, entre otras comodidades. 

OTROS HISTÓRICOS

Billy The Kid

Los restos del célebre forajido descansan en el cementerio de Old Fort Summer, en la ciudad norteamericana de Nuevo México. 

La tumba de Billy The Kid.

Al Capone

La última morada del mítico gángster tiene lugar en el cementerio Mount Carmel, al oeste de Chicago, donde también descansan su padre y su hermano. 

Los restos de Al Capone descansan en Chicago.