El conflicto entre Rusia y Ucrania dio un paso crucial que pone a Europa al borde de la guerra, luego de que el presidente ruso Vladimir Putin, firmara un decreto de reconocimiento de independencia de las regiones separatistas del Este de Ucrania, tras un discurso feroz y contundente, plagado de referencias históricas y críticas a Occidente. De esta manera, reconoció la independencia de dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania que son fronterizas con Rusia y que dicen estar bajo asedio del Ejército ucraniano. El aval a las “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk llega acompañado de un decreto de “amistad y reconocimiento mutuo”, que abre la puerta a la intervención del Kremlin en la región.
En pocas palabras, el decreto -que apareció cuando Estados Unidos afirmó que Rusia planea invadir Ucrania- le permite a Moscú enviar tropas y armas abiertamente a Donetsk y Lugansk para ayudar a las fuerzas locales a resistir una ofensiva del Ejército ucraniano. Esto alimenta la posibilidad de Moscú envíe algún tipo de cuerpo “pacificador” a la zona y Estados Unidos anunció casi de inmediato sanciones contra las entidades reconocidas por Rusia, llamadas República Popular de Dontesk (RPD) y República Popular de Lugansk (RPL), consistentes en una prohibición de inversiones, comercio y financiamiento por parte de ciudadanos estadounidenses.
La firma agrava el conflicto en torno a Ucrania y eleva la tensión con Occidente, que ya estaba en un punto álgido. La semana pasada, el Parlamento ruso instó a Putin a reconocer la independencia de ambas regiones. El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó el reconocimiento de "contrario al derecho internacional". Putin justificó su decisión con un extenso discurso en el que acusó de la crisis a la OTAN y calificó a la alianza, que está liderada por Estados Unidos, de amenaza existencial para Rusia. En un recorrido por más de un siglo de historia, describió a Ucrania como un Estado de construcción reciente inextricablemente vinculado a Rusia.
Además, dijo que heredó tierras rusas y que luego de la caída de la Unión Soviética fue usada por Occidente para contener a su país. Luego del discurso, Putin firmó decretos de reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas y "acuerdos de amistad y ayuda" con sus líderes, y llamó al Parlamento ruso a aprobar medidas que permitan darles apoyo militar. En ese sentido, el Kremlin dijo que Putin comunicó telefónicamente su decisión a los gobernantes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, quienes se manifestaron "decepcionados". En esa línea, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló por teléfono con ambos para analiza los pasos a seguir.
La Unión Europea y la OTAN decidieron condenar la postura del presidente Putin, a la cual calificaron como “una flagrante violación del derecho internacional, una violación de la integridad territorial de Ucrania y una violación de los acuerdos de Minsk”. Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señalaron que, por ahora, el castigo a Moscú será limitado. Poco antes de la firma del decreto en Moscú, Bruselas había pedido a Putin que se abstuviese de reconocer a las provincias separatistas so pena de exponerse a duras sanciones comerciales por parte europea.
Ucrania había pedido una reunión inmediata del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar medidas urgentes que garanticen la seguridad de su país. El ministro de exteriores ucranio, Dmytro Kuleba, pidió el encuentro por orden del presidente Zelenski, mientras que el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, confirmó que se reunirán el próximo jueves en Ginebra con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, para abordar las garantías de seguridad que exige Rusia y la escalada en torno a Ucrania, informa Efe. Lavrov hizo este anuncio durante la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia convocada de forma extraordinaria por el presidente ruso, Vladímir Putin.
Desde hace semanas, Estados Unidos dice que Rusia planea invadir Ucrania con decenas de miles de soldados que ha desplegado en la frontera común, pese a la negativa de Moscú, que afirma que las tropas participan de maniobras y que tiene derecho a cualquier movilización dentro de su territorio.Si bien las tensiones disminuyeron cuando Putin anunció un repliegue parcial de las tropas, volvieron a crecer desde el jueves por un incremento de las hostilidades entre el Ejército ucraniano y fuerzas de las provincias separatistas, donde se habla ruso. Más de 14.000 fallecimientos están ligados directamente al conflicto con Donetsk y Lugansk, que se proclamaron independientes en 2014.
Lo hicieron en rechazo del violento derrocamiento del entonces Gobierno ucraniano, afín a Rusia, por una ola de protestas, y su sustitución por otro antirruso y prooccidental. Rusia considera que el derrocamiento del anterior Gobierno ucraniano fue un golpe de Estado, y Putin dijo hoy que la revolución de 2014 "no acercó a Ucrania ni a la democracia, ni al progreso" y la convirtió en un país manejado por otros Estados. Putin agregó que el Ejército ucraniano está "comandado" por la OTAN y que está "preparando una acción militar" contra Rusia y llevando a cabo una ofensiva contra Lugansk y Donetsk, cuyo fin exigió de "inmediato". "Considero necesario reconocer de inmediato la independencia y la soberanía de la RPD y la RPL", señaló.
Rusia, que apoya las afirmaciones de los separatistas de que el Gobierno ucraniano es una amenaza para ellos, acusa a Ucrania de no querer cumplir un acuerdo para la solución del conflicto firmado en 2015 en Minsk, por el cual debería dar autonomía a las provincias y amnistiar a los rebeldes. Además, dice que constantes suministros de armas a Ucrania por parte de Estados Unidos y la OTAN la han envalentonado a descartar una solución diplomática al conflicto y optar por una operación de reconquista de las provincias, ubicadas en una región industrial conocida como Donbass.
Estados Unidos y Occidente, por su parte, dicen que la intensificación de las hostilidades en el este de Ucrania de los últimos días podría dar a Rusia un pretexto para lanzar la invasión de la que vienen advirtiendo desde semanas antes del deterioro de la situación en el Donbass. Putin hizo su anuncio luego de mantener hoy una reunión con el Consejo de Seguridad presidencial ruso durante la cual funcionarios dieron sus argumentos a favor de reconocer a las regiones separatistas. Ucrania y Occidente han acusado a Rusia de proveer armas y combatientes a los separatistas, pero Rusia lo niega.
Antes de la reunión de Putin con sus asesores de seguridad, los líderes de Lugansk y Donetsk pidieron al presidente que reconociera su independencia y firmara acuerdos que les permitieran protegerlos de lo que describieron como una ofensiva en curso del Ejército de Ucrania. Las autoridades separatistas dijeron hoy que al menos cuatro civiles murieron en las últimas 24 horas por bombardeos del Ejército ucraniano. El Ejército ucraniano dijo que dos soldados murieron el fin de semana y otro resultó herido en ataqes de los rebeldes. Por su parte, Rusia dijo que su Ejército mató a cinco "saboteadores" militares ucranianos al destruir dos vehículos blindados que se infiltraron en la región rusa de Rostov.