Cuando se casan, las celebrities son protagonistas de una historia de amor, casi de un cuento de hadas donde todos son mimos y alegría. Pero cuando llega el divorcio, las estrellas pasan a ser los abogados. Y suelen ser feroces las disputas que tienen que encarar.
Laura Wasser en su estudio.
Es en esa situación que convocan a Laura Wasser, la famosa y también glamorosa abogada que la actriz Angelina Jolie acaba de contratar para que maneje su divorcio de Brad Pitt. Y es que, salvando las distancias, Laura es una suerte de Ana Rosenfeld de Hollywood.
Rosenfeld, el terror autóctono de los maridos.
Wasser tiene 48 años y se la conoce como la "Reina del Divorcio" de las estrellas por su tenacidad, su habilidad para manejar cada caso como una "transacción de negocios", su larga lista de clientes de alto perfil y su astucia.
Angelina Jolie la acaba de contratar.
El sitio de Bloomberg la describe como la "solución completa para divorcios en Hollywood" y asegura que cobra US$850 por hora, previo anticipo de US$25.000. Pocas veces representa a alguien con un patrimonio menor a los US$10 millones.
Sus clientes más famosos
Entre los casos más recientes que encaró, se destaca la representación el mes pasado del polémico actor Johnny Depp en su tormentoso divorcio de la actriz Amber Heard: logró que sólo le saquen a Depp US$7 millones.
También asesoró en sus rupturas a Kim Kardashian, Christina Aguilera, Heidi Klum, Mariah Carey, Drew Barrimore, Jennifer Gardner y Gwen Stefani.
La reina de los divorcios le sacó las papas del fuego a Depp en su violento divorcio.
Su estilo y concepto, muy exitoso, podría resumirse en "defiendo a mujeres de los chicos malos y rudos de la farándula", como en el caso de la separación de Denise Richards y Charlie Sheen, Maria Shriver contra Arnold Schwarzenegger, Robyn Moore contra Mel Gibson y a Melanie Griffith contra Antonio Banderas.
Intercedió en un divorcio de bajo perfil entre Arnold y María Schriver, del clan Kennedy.
También logró triunfar en casos complejos como el de Britney Spears, cuando consiguió que la cantante pudiera tener custodia de sus hijos a pesar de haber sufrido un muy publicitado deterioro emocional y físico.
En el divorcio de Britney logró lo que parecía imposible.
El tiburón glamoroso
Wasser nació en Beverly Hills, estudió en la Universidad de California en Berkeley y su posgrado lo hizo en la Escuela de Leyes de Loyola, en Los Ángeles. Su nombre completo es Laura Allison Wasser, por lo que sus iniciales componen la palabra LAW, que quiere decir "ley" en inglés.
Es hija de dos abogados y trabaja desde que tiene 26 años en la firma de su padre, Dennis Wasser, también un afamado abogado de divorcios que representó a Tom Cruise y a Steven Spielberg en sus respectivos casos.
Laura en su estudio de Los Angeles.
Según sus allegados, Laura Wasser es la preferida de las estrellas por su aplomo frente a tempestuosas negociaciones y su tenacidad y compromiso para representar a sus clientes. Su filosofía es que ella no está ahí para ofrecer apoyo emocional, sino para abordar cada caso como una "transacción de negocios", como le dijo al sitio de entretenimiento E! Online.
Táctica y estrategia
"Un terapeuta les cuesta menos que yo", dice cuándo le cuestionan su cachet y aclara que no da consejos de pareja. "Y ¿qué voy a saber yo?. Tengo dos hijos de dos padres diferentes, no soy la persona ideal para darles consejos matrimoniales". Una clave de Wasser en el manejo de los divorcios de celebridades es minimizar la atención de los medios de comunicación.
Su tácticas incluyen lograr que las parejas resuelvan amigablemente los detalles del acuerdo de divorcio en privado, antes de registrar los documentos en los tribunales a los cuales la prensa tiene acceso. Así evitan a los periodistas.
También les aconseja a las parejas esperar a que ella tenga casos de divorcio de alto perfil al mismo tiempo, para que la prensa no tenga otra opción que diluir la información ante una gran avalancha de noticias de divorcios simultáneos.
La reina de los divorcios en la presentación de su libro.
En 2013, la abogada publicó un libro: "No tiene que ser de esa manera: cómo divorciarte sin destruir a tu familia ni terminar en la bancarrota".
"Sólo conozco de divorcios. No sé cómo mantenerme casada", se definió.