17 Febrero de 2016 05:55
A través de uno de sus abogados, Joaquín el “Chapo” Guzmán expresó su enojo por el trato que recibe de las autoridades penitenciarias del penal del Altiplano, en México. El narcotraficante se quejó debido a que no logra descansar bien. “Me están convirtiendo en un zombi, me despiertan cada dos horas, no me dejan dormir”, sostuvo.
Juan Pablo Badillo, letrado del narco, aseguró que a Guzmán “lo despiertan cada dos horas”, debido a que las autoridades policiales toman lista en esos períodos de tiempo.
El “Chapo” Guzmán se quejó del trato policial y aseguró que “no puede dormir”.
Según las declaraciones del abogado, el narcotraficante le explicó que se siente “torturado” por las autoridades del penal. “Me despiertan para pasar lista, por favor, me están convirtiendo en un zombi, no me dejan dormir, ya lo que quiero es nada más que me dejen dormir", dijo textualmente el narcotraficante al letrado, en una reunión mantenida este lunes.
En ese sentido el abogado reclamó que “se levante de inmediato la infame y brutal tortura física y mental” sobre el narcotraficante capturado el pasado 8 de enero y manifestó que “no descansarán” hasta que termine en prisión el director general del penal de alta seguridad, Salvador Almonte Solís.
Acerca de la situación judicial del líder del cártel de Sinaloa, Badillo contó que Guzmán quiere “ser juzgado por las leyes mexicanas” y manifestó que no se está respetando su derecho constitucional de “tener la comunicación directa con sus abogados”, ya que sólo se lo permiten ver a un letrado por semana durante 30 minutos.
Guzmán fue capturado el 6 de enero y encerrado en la misma cárcel de la que se fugó.
Las versiones también indican que cerca de la celda del narco habría un perro que molestaría a Guzmán y no lo dejaría descansar adecuadamente.
El narcotraficante escapó en julio de 2015 del penal de máxima seguridad en el que ahora se encuentra encerrado, a través de un túnel de 1,5 kilómetros que partía de la ducha de su celda. Anteriormente el jefe del cártel de Sinaloa llevó a cabo otra fuga en 2001 de la prisión de Puente Grande (Jalisco) escondido dentro de un carro de lavandería.