El referéndum de independencia en Cataluña generó una grieta en España y la Unión Europea. El “sí” del 90% del electorado - unos 2,2 millones- generó un impacto político sin antecedentes en el gobierno de Mariano Rajoy y un rechazo generalizado por parte de Madrid a la validez de la consulta.
Violencia en las calles de Catañula en medio del referéndum de independencia.
Por estas horas, el presidente Mariano Rajoy diagrama reuniones a contrarreloj para tomar medidas en contra del Gobierno catalán ante la pasividad de los Mossos d'Esquadra para impedir la consulta ilegal. En este sentido, se reunirá esta tarde con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dos de los hombres fuertes que mantienen su apoyo a la posición de España de evitar la independización de Cataluña y defender el Estado de Derecho.
Por otra parte, el jefe de Estado solicitará hoy mismo al Congreso un informe sobre su posición con respecto al referéndum y buscará reunirse con los dirigentes de todos los partidos con representación parlamentaria.
El presidente de España diagrama reuniones para evitar el referéndum.
Sobre la mesa estará la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el cual posibilita las elecciones anticipadas en Cataluña. La maniobra busca evitar que el jueves se declare la independencia y el panorama se agudice.
El PSOE es el más reticente a la utilización de este argumento constitucional, que permite al Gobierno del Estado asumir competencias sobre una comunidad autónoma para obligarla a cumplir las leyes o proteger el interés general, aunque podría aceptar su utilización ante esta situación límite.
El referéndum provocó una grieta política y social en España.
Por otra parte, la Unión Europea se mantiene en silencio tras el referéndum de independencia celebrado en Cataluña. Margaritas Schinas, vocera de la Comisión Europea, aseguró que la UE no debe "hacer juicios de valor sobre la credibilidad de gobiernos" y se mostró ambigua a la hora de condenar el accionar policial: "No opinaré si la actuación policial fue proporcionada; me ciño a lo dicho sobre que la violencia no puede ser un instrumento para la política".
En tanto, Emmanuel Macron, presidente de Francia, declaró tener la máxima confianza en "la determinación de Rajoy para defender los intereses de toda España", mientras el primer ministro belga, Charles Michel, condenó ayer vía Twitter "toda forma de violencia" y reafirmó su "apuesta por un diálogo político".