09 Diciembre de 2016 09:57
La noticia, hay que decirlo, da un poco de impresión. Habrá quienes recuerden la apocalíptica "Marca de la bestia" sin la cual, según la Biblia, no se puede "comprar ni vender". Habrá quienes, mucho más cerca en el tiempo, piensen en los nazis y en la horrorosa costumbre de nomenclar a sus prisioneros con números tatuados en la piel.
Sin embargo, aquí, al menos a simple vista, no parece haber mala intención. Una compañía japonesa diseñó un sistema para evitar que los japoneses con problemas de demencia senil se pierdan en las calles. La iniciativa es sencilla, pero tiene un "no sé qué" espeluznante: se trata de una etiqueta autoadhesiva con un código QR que se pega en la uña del paciente. De este modo, si el anciano demente se pierde, la policía puede obtener sus datos a través de un software especial.
Código QR: así esperan evitr que los dementes no se pierdan.
Por ahora, la tecnología está a prueba en la ciudad japonesa de Iruma, cuyo porcentaje de dementes no trascendió, pero ha de ser alto para poder obtener muestras estadísticas razonables.
El sistema es a prueba de agua: el código no se disuelve si hay tormentas en las calles irumitas y se mojan las uñas de los dementes. El código indica la dirección, el teléfono de contacto y un número que permite identificar al extraviado. Mucho más práctico que preguntarle quién es, cómo se llama y dónde está, interrogantes que a menudo escapan a las posibilidades de respuesta de los pacientes con demencia senil.
Pueden bañarse tranquilos: el QR no se borra.
Ya existían en Iruma códigos QR colocados en la ropa o en los zapatos, pero tenían un problema:hasta el más demente se cansa de la ropa sucia, se baña, se cambia, y adiós código QR. Actualmente, más o menos el 25 por ciento de los japoneses tienen 65 años o más. En el 2055, se calcula, llegarán a ser el 40 por ciento. Para ese entonces, seguramente cada uno de los dementes de la lista tendrá su código disponible.