Las autoridades las calificaron como “hechos aislados”, pero en los últimos días se multiplicaron en las calles de México, luego del terremoto de 7,1 grados que afectó al país el 19 de septiembre. Pese a la posición del Gobierno, se trata de episodios graves, que provocaron indignación y bronca entre los mexicanos.
Al caso de una joven que murió cuando se desplomó el edificio en el que vivía y le robaron todos sus ahorros de una tarjeta de débito, se sumaron otros episodios de robos y violencia. En el caso de Alejandra Cristobal, los ladrones gastaron los 24 mil pesos mexicanos - unos 1.700 dólares - en locales de ropa durante el fin de semana pasado.
Alejandra, la joven que perdió la vida y le robaron los ahorros.
Aunque para las fuerzas de seguridad mexicanas se trata de episodios aislados, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México puso la lupa para evitar este tipo de episodios. El domingo, detuvieron a un hombre que se hacía pasar por voluntario para ingresar a viviendas y edificios destrozados para robar.
La identidad del hombre no trascendió, aunque la Secretaría de Seguridad fue alertada por personal de la Marina acerca de un hombre que retiraba objetos en Coyoacán de entre los escombros de un edificio. Según las autoridades, el ladrón quedó a disposición de la Justicia.
El hombre que se hacía pasar por rescatista para robar en edificios derrumbados.
Por esa razón, las fuerzas de seguridad implementaron una serie de operativos en las zonas más afectadas, para evitar que puedan ingresar personas no vinculadas con las tareas de rescate. De hecho, los rescatistas habían exigido mayores medidas de seguridad, y alertaron que sólo se dedicaban a rescatar personas, y no a revisar o retirar pertenencias de las viviendas.
BALEARON A LOS VOLUNTARIOS
Otro de los episodios que provocó indignación en México fue el violento robo de camiones con donaciones. Días atrás, un grupo de jóvenes voluntarios parroquiales fue asaltado mientras trasladaban alimentos para colaborar con las víctimas del sismo. Fueron interceptados en la ruta por tres personas armados que los balearon e incluso abusaron a una de las jóvenes que prestaba ayuda.
Así quedó la camioneta baleada.
La denuncia fue realizada por la Arquidiócesis Primada de México. Les robaron el contenido de las tres camionetas 4x4 en las que se trasladaban, teléfonos celulares y el dinero en efectivo que llevaban para realizar más compras en Oaxaca, y así ayudar a las víctimas del sismo.
Dos de los voluntarios de ese grupo fueron internados: uno tenía una herida de bala que le perforó varias arterias, mientras que su compañero recibió una brutal golpiza que lo dejó al borde del coma.