El grupo terrorista ISIS aseguró hoy que los atacantes que perpetraron la matanza en San Bernardino, California, eran sus simpatizantes y habrían jurado lealtad a los yihadistas.
Tashfeen Malik y su esposo, Syed Rizwan Farook.
Fue a través de un boletín difundido en la estación de radio oficial de los yihadistas, al-Bayan, y agrega: "le pedimos a dios que los acepte como mártires", mientras que el mensaje era compartido en línea por los partidarios de ISIS.
ISIS había amenazado con atacar EE.UU hace nas semanas.
El FBI dijo ayer que el tiroteo, en el que murieron 14 personas y 21 resultaron heridas, era investigado como un “acto de terrorismo” y buscan más pistas entre allegados a los perpetradores, quienes fueron abatidos por las fuerzas policiales.
Habrían subido un mensaje a la red segundos antes del tiroteo.
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Los investigadores creen que la atacante Tashfeen Malik publicó en Facebook su promesa de lealtad al líder de ISIS Abu Bakr al-Baghdadi, le dijeron a CNN tres funcionarios vinculados a la investigación. Esto ocurría al mismo tiempo en que se llevaba a cabo el ataque.
El arsenal hallado en la casa de la pareja. “Esto no es un tiroteo común”, dijo la policía.
La publicación la hizo Malik en una cuenta con un nombre diferente, dijo uno de los oficiales, aunque no informaron cómo se enteraron, explica CNN. Tampoco aseguraron que el propio ISIS haya ordenado la masacre.
Lo confirmados es que fueron dos los tiradores, un ciudadano estadounidense llamado Syed Rizwan Farook, de 28 años, y Tashfeen Malik, de 27, pareja de Farook. El ataque ocurrió el miércoles alrededor cerca del mediodía durante una fiesta en el centro para personas con discapacidad en San Bernardino, California.
Encontraron un arsenal en la casa d la pareja.
Cuando allanaron su domicilio encontraron un arsenal gigantesco en su casa. Aparte de dos rifles de asalto calibre 223 y dos pistolas de nueve milímetros, había gran cantidad de munición y material para fabricar bombas caseras. Además, dejaron tras de sí en la escena del crimen tres artefactos explosivos unidos a un coche teledirigido para ser activados a distancia con un mecanismo que falló.
La policía abatió a los terroristas pero no dan por cerrado el caso.
Todos estos detalles refuerzan la inquietante convicción de que hay “un grado de premeditación”, según la policía, que no es habitual en los tiroteos en Estados Unidos. Y si bien no está confirmado, muchos analistas ven la mano de ISIS detrás de la matanza.