En un comunicado oficial emitido por el palacio de Kensington, finalmente se confirmó que el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle abandonarán su residencia en Nottingham Cottage para mudarse a un nuevo hogar. 

Harry y Meghan se mudarán a un nuevo hogar.

Así, el matrimonio -que actualmente espera a su primer hijo- dejará la casa que ocupó desde su boda, la cual está ubicada dentro de los terrenos de Kensington, para poner proa a Windsor. 

Allí, Harry y Meghan ocuparán Frogmore Cottage, un edificio de dos pisos construido entre los años 1680 y 1684 por el arquitecto Hugh May. La propiedad tuvo varios dueños hasta que el rey George III y su esposa Charlotte la adquirieron. 

Frogmore Cottage, el nuevo hogar de Harry y Meghan.

Desde ese momento, se convirtió en hogar de descanso para la reina y sus hijas, y luego fue residencia de Victoria, duquesa de Kent, madre de la reina Victoria.

De hecho, esta monarca está enterrada en el Mausoleo Real dentro de los terrenos de la finca al igual que su marido Albert. La propiedad también incluye un cementerio cercano donde tienen sus tumbas -entre otros- el rey Edward VIII y su esposa Wallis Simpson.

Frogmore Cottage tiene 10 habitaciones, un gimnasio, spa y un estudio de yoga, disciplina de la cual Meghan es fanática. Obviamente deberá ser refaccionada y amueblada para cubrir las necesidades de la pareja y de su bebé. 

¿Problemas familiares?

En principio, se dijo que Harry y su esposa podrían ocupar el apartamento anexo al del príncipe William y su familia en el edificio principal del palacio de Kensington. 

Sin embargo, se rumorea que la relación entre Meghan y Kate Middleton, esposa del heredero a la corona, no sería la mejor. Al mismo tiempo, esa estancia del palacio está actualmente ocupada por Richard, duque de Gloucester y primo de la reina Elizabeth II, y su esposa Brigitte, quien no tendría ni la más mínima intención de abandonar el lugar.