La nave rusa número 9268 se estrelló a las a las 5:50 (hora local) al sur de la ciudad egipcia de Al Arish, capital de la provincia del Norte de Sinaí, luego de despegar de Sharm el Sheij. La embajada rusa en Egipto aseguró que todos los pasajeros del avión son ciudadanos rusos. En la nave viajaban 224 personas, entre ellos 200 adultos, 17 niños y 7 tripulantes.
Familiares de las víctimas se encuentran en el aeropuerto Pulkovo, en San Petesburgo.
Lo que informaron diversas fuentes a los medios internacionales es que debajo de los restos del avión “se oyen voces”. Esto alimenta esperanzas en los familiares de hallar algún sobreviviente entre los 224 pasajeros y tripulantes que viajaban en la nave.
Según fuentes, debajo de los restos “se oyen voces”, lo que alimenta esperanzas.
Según indicó la agencia EFE, el avión pertenecía a la compañía rusa MetroJet (Kogalimavia), fundada en 1993 y con base en el aeropuerto moscovita de Domodédovo. Esta empresa realiza habitualmente vuelos chárter. El destino del avión era el aeropuerto Púlkovo de la segunda ciudad rusa, San Petersburgo, donde debía aterrizar poco después del mediodía.
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El gobierno egipcio descartó que este accidente haya sido un atentado, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, ya pidió que se conforme una comisión especial para investigar lo sucedido. A pesar de que hay esperanza de encontrar algún sobreviviente, Sherif Ismail, la oficina del primer ministro de Egipto, confirmó el choque del avión y confirmó que encontraron los restos "totalmente destruidos”.
Fuente: Telam