19 Febrero de 2017 19:05
El candidato oficialista a la presidencia de Ecuador, Lenin Moreno, se imponía en las elecciones celebradas hoy en el país andino, incluso con posibilidades de consagrarse en la primera vuelta, según encuestas a boca de urna.
Lenin Moreno, el candidato de Correa, festeja con el presidente detrás.
Moreno obtenía 39,4% de los votos contra 30,5% del empresario centroderechista Guillermo Lasso, de acuerdo con el sondeo de la firma Cedatos.
Si Moreno logra al menos 40% de los sufragios y una diferencia de 10 puntos porcentuales en relación a su oponente, evitará el ballotage previsto para el 2 de abril.
El empresario de centroderecha, Guillermo Lasso, su principal rival.
En cambio, la encuesta de la firma Opecuador daba a Moreno directamente consagrado en primera vuelta con el 42,9% de los votos, contra un 27,7% de Lasso, según la agencia Reuters.
En ambos sondeos aparecía tercera la socialcristiana Cynthia Viteri, única mujer postulante a la jefatura del Estado.
La socialcristiana Cynthia Viteri, la única mujer postulante.
“A esta revolución no la para nada ni nadie; hemos ganado estas elecciones en justa lid”, afirmó Moreno, acompañado por el presidente Rafael Correa y un grupo de seguidores, tras conocer los resultados de las encuestas.
Moreno tiene 63 años y perdió la movilidad de las piernas en 1998, como consecuencia de un asalto que sufrió. Es administrador, docente y empresario, y fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013.
Más de 12 millones de ecuatorianos estuvieron habilitados para elegir en las urnas al sucesor de Correa, a 137 diputados a la Asamblea Nacional (parlamento) y a cinco representantes al Parlamento Andino.
Según el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Pozo, la jornada transcurrió con “absoluta normalidad”.
Las urnas fueron cerradas a las 17 (las 19 en la Argentina) y los primeros resultados oficiales se esperaban para alrededor de las 20 (las 22 en la Argentina), según datos del CNE.
Rafael Correa fue llevado en andas al emitir su sufragio.
Correa, quien aseguró que las encuestas decían “claramente” que no habría segunda vuelta, fue llevado en andas a emitir el sufragio por simpatizantes apostados en el centro de votación donde estaba empadronado.