A los ocho meses de edad, Ophelia Morgan-Dew dijo su primera palabra. A los dos años, ya recordaba y recitaba el alfabeto correctamente, y sus padres decidieron someterla a un test de inteligencia diseñado para niños de su edad.
Ophelia comenzó a hablar a los ocho meses.
Allí, la pequeña se anotó un nivel de 171: un logro impresionante considerando que la mayoría de las personas fluctúa entre 85 y 115. Así, se convirtió en la persona más joven de Inglaterra en ingresar a la sociedad Mensa, que nuclea a los mentalmente superdotados.
Ophelia es la miembro inglesa más joven de Mensa.
"Le encanta leer conmigo o con su papá, también le gusta mucho trabajar con números y usar la computadora. Además tiene una memoria increíble y puede recordar cosas que le sucedieron incluso antes de que cumpliera un año", explica Natalie, la mamá de Ophelia, revelando también que temía que sus allegados pensaran que estaban forzando a la nena a cumplir con metas intelectuales exageradas.
Mientras tanto, Ben, el padre de la niña, explicó que al conversar con ella "comprende todo más rápido de lo normal" y "desarrolla sus propias ideas".
Natalie, mamá de la niña, asegura que le encanta leer, y jugar con números y letras.
Y más allá de que su coeficiente intelectual está incluso por encima que el que se le registró a Albert Einstein, los Morgan-Dew sólo tienen metas sencillas para Ophelia. "Estaré orgullosa de ella sin importar qué decida hacer, solo queremos que esté sana y sea feliz", asegura su madre.