“Un tío de la puta madre. De verdad, un tío de la puta madre”. Con esas palabras describió uno de sus amigos a Younes Abouyaaqoub, el terrorista abatido ayer en Subirats y autor del atentado que el jueves pasado dejó un saldo de 15 muertos en la zona de La Rambla, una zona céntrica de Barcelona. Sus allegados lo recordaban como un joven tímido y buen estudiante.
La policía dio por desarticulada la célula de ISIS que el jueves pasado concretó el atentado en una zona céntrica de Barcelona. Sin embargo, no se dio por cerrado el caso: la prioridad era detener a Abouyaaqoub, el terrorista que finalmente fue abatido ayer a unos 45 kilómetros del sitio elegido para perpetrar el atentado. Hoy declaraban ante la Audiencia Nacional los cuatro yihadistas detenidos durante las horas posteriores al ataque.
Younes Abouyaaqoub, el terrorista abatido ayer. Es el principal responsable del ataque.
Los amigos del terrorista lo describen como un joven tímido, buen estudiante y fanático de los autos y el fútbol. Nacido en Marruecos en 1995, Abouyaaqoub se trasladó junto a su familia a la zona de Ripoll, una ciudad de 10 mil habitantes en la que investigan si se conformó la célula yihadista que atacó la semana pasada.
Tenía cuatro hermanos, uno del mismo padre y el resto de padre y madre. Uno de ellos, Houssaine, murió en el tiroteo en Cambrils, el mismo jueves durante la noche. “Ya sé que cuesta creer esto, sobre todo después de lo que pasó: pero es que de verdad era un tío de puta madre”, señaló al diario El País uno de los amigos de Abouyaaqoub, quien pidió no revelar su identidad: “Hay mucha tensión”.
El atentado dejó un saldo de 15 muertos y un centenar de heridos.
La última vez que tuvieron contacto con su amigo fue hace dos semanas. “Alguien muy listo le lavó la cabeza. Era un tío muy bueno”, señalaron.
En el pequeño pueblo donde residían los terroristas no salen de su asombro. El joven que conducía la camioneta era el mismo al que veían día a día sobre la calle Santa Magdalena, en la que vivía junto a su madre, Ghanno Gaanimi. Hoy, esa calle está repleta de periodistas de todo el mundo. Abouyaaqoub estudió en la escuela pública Joan Maragall, donde tenía excelentes notas, según el recuerdo de sus amigos y ex compañeros.
“Era un estudiante ejemplar, de los mejores”, señaló uno de sus amigos, también bajo estricto anonimato. “Tranquilo, bastante callado, algo tímido. Nunca se metía en líos, al contrario que nosotros”, dijeron los más allegados al joven terrorista de ISIS. “Mis padres me lo ponían como ejemplo, cuando yo me metía en un lío me decían que podía ser como Younes”.
LA VIDA DEL TERRORISTA
Abouyaaqoub trabajaba en Soldatal, una empresa de soldadura y mantenimiento industrial, cerca del pueblo en el que vivía. Sus amigos apuntan que era quien tenía el mejor salario del grupo. De acuerdo a su relato, el terrorista era fanático de los automóviles y del fútbol.
Los ataques fueron perpetrados el jueves, en pleno centro de Barcelona.
Aseguran que sacó el registro a los 18 años recién cumplidos y que manejaba un Seat Ibiza. Luego condujo un BMW con el que inclusive tuvo un choque. Además alcanzó a jugar en las juveniles del equipo de su pueblo, el Ripoll CF. “Era un crack”, lo definieron sus amigos.