Los planes para rescatar a Julen, el niño que el domingo último cayó en un pozo de más de cien metros de profundidad en la localidad malagueña de Totalán, España, se vieron alterados por problemas de inestabilidad del terreno, por lo que los técnicos se enfocan ahora en la perforación de dos túneles verticales y paralelos.
Los niños de Totalán dan fuerza a la familia de Julen.
Inicialmente se había previsto realizar un túnel horizontal y otro vertical, pero en las últimas horas se decidió hacer dos perforaciones verticales para tener más posibilidades de llegar al niño, explicó Ángel García, representante del Colegio de Ingenieros y Caminos de Málaga y una de las personas que coordina el operativo de rescate. "Cuanto más vías de acceso mejor", subrayó García.
Al inicio del cuarto día de trabajos de rescate, Juan López Escobar, delegado de Ingenieros Mineros del Sur, relató que durante la madrugada los técnicos se enfrentaron con diferentes problemas cuando realizaban los sondeos para realizar la cavidad horizontal, principalmente deslizamientos del terreno.
A raíz de estas complicaciones, se optó por suspender la construcción del túnel horizontal, una de las primeras ideas, para centrar los esfuerzos en la excavación vertical. Los técnicos también descartaron continuar la succión del material sólido del interior de la prospección.
Más de cien horas en un pozo: el desesperante intento de rescate de Julen, el nene español
Los rescatistas trabajan con la hipótesis de que Julen está a unos 80 metros de profundidad, debajo del tapón de tierra localizado por las cámaras térmicas que inspeccionaron el pozo. Por eso, para avanzar con el nuevo plan, los operarios construyen una plataforma a unos 30 metros de profundidad -que podrían terminar durante la noche- en la que podrán estabilizar la perforadora que realizará los túneles verticales, ya que la máquina alcanza una profundidad de 50 metros.
El nene lleva dentro del pozo desde el domingo último.
La orografía del terreno, su composición, y las dificultades para llevar la maquinaria hasta el lugar donde está ubicado el pozo en el que cayó Julen, están dificultado enormemente los trabajos de rescate, admiten los expertos.
"Hacerlo en menos de dos días es casi imposible", dijo el delegado de Ingenieros Mineros del Sur. En condiciones normales, un trabajo de este tipo llevaría como mínimo un mes, entre los estudios técnicos, los preparativos sobre el terreno y la ejecución.
Julen está atrapado en un pozo de más de 100 metros de profundidad y unos 25 centímetros de diámetro desde hace cuatro días. El niño se precipitó mientras jugaba con otro menor a la vista de sus padres, que preparaban una paella en el lugar, una finca situada en un monte.
La familia se aferra a la esperanza de que Julen (2) se encuentre con vida.Los rescatistas no tienen ningún dato respecto a su estado de salud, aunque creen que existe la posibilidad de que debajo del tapón de tierra se haya creado una "bolsa de aire" que le permita al niño respirar.
Infografía Diario La Vanguardia.
La seguridad de Julen es una prioridad, de ahí que el final del operativo se realizará de forma manual. Una vez realizado los túneles de 50 metros, dos mineros asturianos desplazados a la zona excavarán con piquetas y de forma horizontal para llegar al niño.