07 Diciembre de 2015 16:18
Primero fue por los inmigrantes en general, después, por los hispanos y mexicanos en particular y ahora, por los musulmanes. Casi no hay ocasión o tema en la que Donald Trump, precandidato a presidente de Estados Unidos por el Partido Republicano, no genere una polémica discriminatoria.
Donald Trump en contra de inmigrantes, hispanos y musulmanes.
Lo increíble es que esta estrategia de brutal discriminación le está dando resultados: encabeza los sondeos entre los votantes republicanos, superando a sus rivales más moderados.
Oportunista al fin y a pocos días del ataque a tiros en San Bernardino perpetrado por una pareja de musulmanes, el empresario, a través de un comunicado emitido por sus oficinas de campaña, pidió un "cierre total y completo del ingreso de musulmanes a los Estados Unidos, hasta que los líderes electos pueden averiguar lo que está pasando".
Los musulmanes residentes en EE.UU denuncian discriminación.
Para justificar semejante propuesta Trump dijo que se trata de “una respuesta al nivel de odio en grandes segmentos de la población musulmana hacia los estadounidenses”.
El director de campaña del millonario, Corey Lewandowski, aclaró que la prohibición propuesta aplicaría a "todos", incluyendo musulmanes que aspiran a visas migratorias, así como a los turistas que intenten vacacionar en el país.
Trump con sus partidarios. Su figura crece en las encuestas.
"Hasta que no seamos capaces de determinar y comprender este problema y la peligrosa amenaza que plantea, nuestro país puede dejar de ser víctima de los ataques horrendos perpetrados por personas que creen sólo en la Yihad, y que no tienen sentido de razón o el respeto por la vida humana", declaró Trump.
Las reacciones no se hicieron esperar: “Donald Trump disipa todas las dudas: hace una campaña para la presidencia fascista demagoga", opinó Marton O'Malley, un candidato demócrata.