Un hombre casi muere luego de que un parásito se le metió en el pene, durante unas vacaciones en las que recorrió varios países de África, y puso huevos allí. Por suerte logró vivir para contarlo, aunque no sabemos si su miembro sigue funcionando como antes de la invasión.
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El londinense James Michael (32) nunca pensó, según declaró al The Sun, que el viaje que había organizado por diferentes partes de África con sus amigos a mediados de 2017 podía casi terminar con su vida. Es que cuando se encontraba en Malawi, a mitad de camino entre Zambia y Zimbabwe, decidió hacer varias expediciones en canoa por principal lago de ese país. Allí fue donde el parásito se metió en su organismo.
A principios de 2018 comenzó a perder sensibilidad en las pierna lo que pensó, según declaró, que era como consecuencia de la fatiga muscular por salir a pedalear tan seguido en bicicleta. “Fui al departamento de neurología e hicieron análisis de sangre para ver qué pasaba. Determinaron con bastante rapidez que mi sistema inmunológico estaba atacando mi columna vertebral, lo que me llevó a perder el control de las piernas", contó. "Me pusieron un curso de esteroides de seis meses para contrarrestar esto ... pero en realidad no sabían qué había causado esto", agregó.
Una semana antes de Navidad le diagnosticaron esquistosomiasis, una infección causada por un gusano parásito que vive en agua dulce en regiones tropicales y se encuentra más comúnmente en toda África.
La esquistosomiasis, también conocida como bilharzia, es una infección causada por un gusano parásito que vive en agua dulce en regiones subtropicales y tropicales. Los síntomas incluyen temperatura alta, diarrea, dolor muscular, dolor de estómago y erupción cutánea con picazón.
Algunas personas con esquistosomiasis eventualmente desarrollan problemas más graves en partes del cuerpo a las que han viajado los óvulos. Esto se conoce como esquistosomiasis crónica. Sin tratamiento, los órganos afectados pueden sufrir daños permanentes.
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"En enero, no podía usar el baño normalmente, así que tuve que usar un catéter. Eso fue bastante vergonzoso para mí", contó. James también perdió el apetito y dijo que su novia ni siquiera podía abrazarlo, ya que era demasiado doloroso."Esto ha sido horrible. Se siente como una montaña interminable que he tenido que escalar”, sostuvo.