El neurólogo argentino Ricardo Cruciani, de 63 años, fue acusado por la fiscalía de Manhattan de 16 cargos de violación, acto sexual criminal, intento de violación y abuso sexual agravado en su contra de seis mujeres que fueron sus pacientes cuando trabajaba en el hospital Monte Sinaí en Nueva York, entre 2002 y 2014.
Cruciani estaba a cargo de la división de cuidado paliativo del Monte Sinaí, donde era responsable de administrar tratamiento a pacientes con dolor crónico y debilitante.
En el mes de noviembre el médico que residía en Filadelfia se declaró culpable de siete cargos de mala conducta sexual con pacientes, por lo que fue sentenciado a siete años de libertad condicional. Hoy quedó en libertad tras pagar una fianza.
El médico es ex gerente del Departamento de Neurología de la Universidad de Drexel, y tras las denuncias debió registrarse como agresor sexual tipo 1, por ende se determinó que no podrá seguir ejerciendo la medicina, según una orden del Juez Municipal del condado de Filadelfia emitida en 2017.
Cruciani al declararse culpable en Filadelfia.
Cruciani fue despedido en marzo del año pasado después de que la universidad investigara acusaciones de siete pacientes que dijeron que los había manoseado. En el acuerdo de culpabilidad se declaró responsable de cargos menores de asalto indecente y acoso.
“Las víctimas no están felices de que no haya tenido ni un día de cárcel”, dijo Jeffrey Fritz, un abogado que representa a algunas víctimas de Cruciani. “Pero están felices de que no pueda victimizar a ningún otro paciente”.
Fritz representa a cerca de una docena de mujeres en Pensilvania, Nueva Jersey y Nueva York, que acusaron a Cruciani de crímenes similares en los últimos 12 años.
Una de las víctimas fue Sara Hicks, de 31 años, quien fue su paciente cuando él era médico en el Capital Health Medical Center de Nueva Jersey, y luego en Filadelfia para seguir con el tratamiento de migrañas crónicas y dolores de estómago.
Sara Hicks fue una de las primeras denunciantes.
Hicks dijo que el médico la tocó inapropiadamente por primera vez en diciembre de 2015 cuando estaba embarazada. La mujer creyó que sí ella llevaba a alguien más a sus citas, esas conductas pararían, pero Cruciani continuó comportándose inadecuadamente incluso con su hermana en el consultorio, según le dijo a CNN.
“Él aceptó completamente la responsabilidad y se disculpó por todo el dolor que haya causado”, dijo la abogada del neurólogo, Linda Dale Hoffa, en un comunicado en su momento.