El abogado de la familia de George Floyd, Benjamin Crump, confirmó lo que se ve en el terrible video que recorrió el mundo y originó revueltas populares en los Estados Unidos. Crump informó que una autopsia independiente dictaminó que George murió por "asfixia por una presión sostenida".
Según los doctores que intervinieron en la autopsia, Michael Baden y Alecia Wilson, "la presión en el cuello y en la espalda determinaron que fluyera menos sangre hacia el cerebro". Los médicos explicaron, además, que "el peso en la espalda, las esposas y la posición fueron factores decisivos para impedir que funcionara su diafragma".
"Lo que hallamos es consistente con lo que la gente vio. No hay ninguna otra cuestión de salud que haya contribuido a su muerte. La policía tiene la falsa idea de que si vos podés hablar, podés respirar. Eso no es cierto", destacó el doctor Baden.
El anuncio se produce una semana después de que un oficial de policía le apretara el cuello a Floyd durante varios minutos, mientras decía que no podía respirar y pedía socorro.
"Sin ninguna duda, él estaría vivo si no fuera por la presión aplicada en su cuello por el oficial Derek Chauvin y en su cuerpo por los dos otros oficiales de policía. La muerte del señor Floyd fue un homicidio cometido por los opiciales que lo mantuvieron en ese estado por más de ocho minutos. Y el oficial que se quedó a su lado haciendo nada fue un escudo, un símbolo vivo de los pactos de silencio. Para George Floyd, la ambulancia fue un coche fúnebre", dijo el doctor Crump.
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Los transeúntes, que le rogaban a los oficiales indiferentes que intervinieran en la escena, grabaron la muerte de Floyd en video y compartieron las imágenes en las redes sociales. Luego de que se viralizaron, la muerte de Floyd desató una semana entera de protestas en Minneapolis y en las más importantes ciudades norteamericanas.
La autopsia oficial realizada por el condado de Hennepin, en Minnesota, produjo una enorme indignación. Según el forense oficial, Floyd no murió por asfixia ni por estrangulamiento. "La autopsia no reveló evidencias físicas que sustenten el diagnóstico de una asfixia traumática o estrangulación", dice el informe que indignó al mundo.
"El señor Floyd presentaba condiciones médicas previas, incluyendo una enfermedad de la arteria coronaria e hipertensión arterial. La combinación de estos efectos con que el señor Floyd fuera retenido por la policía, con las condiciones médicas previas y la presencia de potenciales sustancias tóxicas en su sistema podrían haber contribuido a su muerte", concluye.