01 Octubre de 2017 07:38
Con una población que supera los siete millones de habitantes, Cataluña se preparaba el domingo para votar un referéndum de independencia del Gobierno Español, quien el seis de septiembre pasado se negó a publicar y firmar el proyecto de ley, por lo cual sostiene que se trata de una elección ilegal.
El Gobierno catalán denuncia que hay más de 300 heridos.
La consulta popular agitó aún más las aguas y la crisis se desató el sábado por la noche, cuando decenas de miles de catalanes desafiaron al Gobierno español y se movilizaron por las calles de Barcelona en reclamo por la legalidad del referéndum. Desde Madrid dieron instrucciones claras: descomprimir antes de las seis de la mañana a los manifestantes y ocupar las escuelas que abrirían horas después como centros de votación.
El Gobierno español envió a 10 mil policías para impedir las elecciones.
La violencia estalló pasadas las nueve, cuando las fuerzas de seguridad españolas ingresaron a los colegios con dos objetivos: secuestrar las urnas y desalojar a quienes habían pasado la noche en las puertas para poder votar por la independencia catalana. Los Mossos d'Esquadra, policías catalanes, se mantuvieron estoicos y pacíficos, frente al avance de las fuerzas oficialistas.
A por ellos, oé! A por ellos, oé...!#opiniónCs#CatalanReferendum pic.twitter.com/pes6dpa3wJ
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“¡No pasarán!”, fue la consigna de los catalanes apostados en la puerta del colegio Ramón Rull, cerca de la Sagrada Familia, una de las primeras en intentar ser desalojadas por parte de los más de 10 mil efectivos enviados por el Gobierno.
Hubo disparos de goma y corridas. Al momento, el Gobierno catalán asegura que el número de heridos asciende a 750, mientras que desde el Gobierno español resaltan que hay nueve efectivos policiales españoles.
Puigdemont logró emitir su voto, pese a la presión de Madrid.
Otro de los objetivos claros de Madrid era impedir que Carles Puigdemont, presidente regional, pudiera sufragar. Para eso, enviaron a decenas de efectivos de la Guardia Civil al colegio en el que estaba registrado y se llevaron una sorpresa. A último momento, el líder separatista decidió sufragas en otra escuela y logró emitir su voto, al tiempo que arengó a la población a seguir su ejemplo.
Secuestro de urnas: el objetivo que les puso a sus efectivos Mariano Rajoy.
La violencia que impera en las calles catalanas no pasó inadvertida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colu, quien apuntó contra el jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy: “Un presidente cobarde inundó de policías nuestra ciudad. No tenemos miedo”.
En las escuelas finalmente se logró votar con cierta normalidad.
El referéndum fue convocado en septiembre por Puigdemont, quien se apoyó en una controvertida ley regional que fue suspendida de inmediato por el Tribunal Constitucional español.
Cataluña busca su independencia.
Pese a la advertencia, el presidente de la región decidió llevar adelante el referéndum y anticipó que, en caso de que la mayoría se manifieste a favor, declarará la independencia en sólo 48 horas.