Desde hacía tres días, no había respuestas. Sus allegados y amigos no podían entender que ningún respondieran los mensajes de WhatsApp, ni atendieran los llamados. Por eso, alguien dio aviso a la Policía. Sabían que algo había ocurrido. Pero nadie podía imaginar el tamaño del horror.
La familia completa fue encontrada por los efectivos policiales en el interior de su hogar. El padre, la madre y su hijo de siete años estaban muertos. Correspondían a María Daniela Carco, de 45 años y su hijo Leonel Cáceres de 7 años; y Gabriel Cáceres de 45 años.
Ahora, la investigación intentará determinar qué sucedió en las horas previas a los crímenes. Por ahora, la principal hipótesis es que el padre de familia mató a su esposa y a su hijo a golpes. Después de eso, tomó veneno y se suicidó.
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Fuentes del caso dieron a conocer que el llamado que dio aviso a la Policía a través del sistema de emergencias 911 fueron las autoridades del colegio “Cuarto Creciente”, de la zona de Florida, adonde iba el nene, porque llevaba ausente tres días y su familia no respondía a los llamados.
Cuando la Policía llegó al lugar, pudieron romper la puerta de entrada y hallaron los cuerpos en el baño. La mujer y el menor tenían golpes en todo el cuerpo. En tanto, el cadáver del hombre fue encontrado en bañera y tenía signos de envenenamiento.
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La causa quedó a cargo del fiscal Gastón Larramendi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Oeste, bajo la carátula Homicidio - Suicidio. Por el momento, los tres cuerpos fueron trasladados a la Morgue Judicial para determinar la forma en la que fueron asesinados.
Este caso se parece mucho a uno que ocurrió hace dos meses en Córdoba cuando un hombre mató a su pareja y a su hijo de cuatro años y luego se suicidó. Aquel había sucedido en la localidad de Morteros. El hombre mató a los dos a golpes y después se ahorcó.
Según información oficial, el asesino no tenía denuncias por violencia. Pero llevaban tres meses separados y convivían en la misma propiedad, tras ocho años de relación. Una amiga de la mujer había dicho a la Policía: “Solo decía que estaba cansada de echarlo y que no se iba, pero nunca dijo tener miedo; nunca imaginé algo así”.