El desenlace de la relación entre el futbolista argentino Mauro Icardi y Wanda Nara es inminente. Los rumores de trámites de divorcio ya fueron reconocidos y pusieron de manifiesto un debate alrededor de los acuerdos prenupciales, en el marco de los comentarios de que al delantero del PSG no le va a quedar un peso.
Jennifer López y Ben Affleck
La pareja que recientemente se casó, tuvo un intento de matrimonio que no llegó a concretarse durante 2003. Si bien en aquel entonces no llegaron a dar el sí, los rumores de un acuerdo firmado que imponía al actor una cláusula para garantizar que debían tener por lo menos cuatro relaciones sexuales por semana se filtraron en los medios.
Él negó todo, pero los rumores aseguraban que la actriz y cantante había definido esa regularidad para evitar las infidelidades, su principal preocupación, que también estaba de manifiesto en el punto que establecía que en caso de Affleck engañarla, este perdería todo su patrimonio. Pequeños detalles que retrasaron su casamiento casi 20 años.
Brad Pitt y Angelina Jolie
El caso de estas dos megaestrellas de Hollywood fue algo distinto. Desde que su acuerdo tomó público conocimiento se difundió como una medida para proteger ambos su patrimonio, con el fin de cuidar el futuro de sus seis hijos. Es que estos fueron los principales beneficiarios, ya que cada dólar que sus padres hicieron a partir del matrimonio, debía ser dividido en partes iguales.
Esto puede parecer muy justo y muy lindo, pero la hija del actor Jon Voight, ni lerda ni perezosa, en aquel entonces estableció que en caso de que Pitt la engañase, este perdería la tutela de los hijos de ambos.
Britney Spears y Sam Asghari
La diva del pop de los años 2000, quien recientemente se casó con el modelo iraní, protegió con una cláusula su recuperada fortuna de más de 70 millones de dólares, un cálculo realizado por el sitio Celebrity Net Worth. Esto no involucra cualquier cambio en el patrimonio que se dé a partir de que se pongan el anillo.
Además, el ícono rubio de hace unas décadas, precisó otros puntos relacionados a la posibilidad de maternar junto a su nuevo esposo, como compensaciones en caso de tener descendencia.
Madonna y Guy Ritchie
No todos los acuerdos son prematrimoniales. A fines de los años 90, la cantante y el cineasta firmaron un pacto de convivencia para salvar su matrimonio.
En este instalaron que Ritchie debía estar la mayor cantidad de tiempo posible con los tres hijos que tiene con la pareja y que tenía que, entre otras cosas, conseguir una vivienda más grande en Manhattan, al mismo tiempo que debía mantener su nivel de vida en Inglaterra, su lugar de residencia.