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A 40 años de la muerte de Alfred Hitchcock: la vigencia de su cine y sus tres obras maestras

Maestro del suspenso, una obra impresionante para disfrutar en cuarentena.

29 Abril de 2020 11:59
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En tiempos en que hasta el más idiota de los artesanos se propone "abrirle la cabeza" y banalidades pretenciosas por el estilo a los espectadores, vale recordar que Alfred Hitchcock, uno de los más grandes maestros de la historia del cine de todos los tiempos, apenas se proponía entretenerlos. Hoy se cumplen 40 años de su fallecimiento, y cabe pensar en algunos momentos para entender por qué su obra sigue manteniéndose tan vigente, sus películas siguen atrapándonos como el primer día, la felicidad sigue visitándonos cada vez que las vemos. 

"Hacía un cine divertido, nos hacía felices", me dijo una vez José Martínez Suárez. Para él, acostumbrado a diseccionar minuciosamente la obra de todos los grandes maestros, esta virtud estaba por encima de todos sus prodigios técnicos, de todos los trucos de sus tramas, de todas estrategias para mantener en vilo a los espectadores. O al revés: la técnica, las estrategias y artilugios consiguen un objetivo esencial, y ese objetivo esencial es precisamente ese cine que nos hacía felices. Desde ahí podemos pensarlo. Y desde ahí, también, podemos pensar en la serie de conversaciones que tuvo con él a partir de 1962 un joven cineasta francés, crítico de la revista Cahiers du cinéma y fan del maestro: nada menos que Francois Truffaut, Cuando Truffaut lo visitó con el propósito de entrevistarlo varias veces para un libro, tenía 30 años y tres películas en su haber: Hitchcock, en cambio,  tenía 63, una carrera enorme en Inglaterra que arrancó con el cine mudo, y luego una carrera consolidada en Hollywood y a menudo lo acompañaba el éxito comercial, pero sus películas habían sido a menudo bastardeadas por la crítica norteamericana y bastante lejos estaba de ser considerado un maestro. El libro El cine según Hitchcock cambió la historia del cine para siempre, y permitió que el notabilísimo cineasta británico recibiera el reconocimiento que se merecía, desde entonces y para siempre.

En la carta que le escribió Truffaut a Hitchcock para contarle su proyecto y explicarle por qué deseaba entrevistarlo, Truffaut escribió:  “Desde que me convertí en cineasta, mi admiración por usted no ha flaqueado; al revés, se ha hecho más fuerte y ha cambiado de naturaleza. Existen muchos directores que aman el cine, pero usted ama el propio celuloide". La respuesta de Hitchcock fue igualmente hermosa.  “Querido Señor Truffaut, su carta ha llenado mis ojos de lágrimas, y me sentiré honrado de recibir ese homenaje de su parte”. Fueron ocho días de trabajo en la oficina que tenía Hitchcock en los estudios Universal de Los Angeles:  27 horas de conversaciones grabadas, 500 preguntas. Un trabajo sensible y exhaustivo que cambió la percepción cultural del mundo.

 Hagamos algunos nombres, a vuelo de pájaro (cuac), para entender el aporte de Hichcock a la historia del cine: Rebeca, La ventana indiscreta, Intriga Internacional, Vértigo, Cuéntame tu vida Para atrapar al ladrón, Los pájaros, La soga. La dama desaparece, Psicosis, El hombre equivocado. Es decir, contemos once obras maestras a sabiendas de que hay muchas más. Sólo una de ellas, Rebeca, ganó el Oscar a Mejor película. Por ninguna de ellas le fue otorgado a Hichcock el premio al Mejor Director, aunque en 1968  le concedieran un Oscar honorífico. Henry Fonda, Cary Grant, James Stewart, Anthony Perkins fueron sus actores más destacados. Grace Kelly, Kim Novak, Janet Leigh, Doris Day, Tippi Hedren, las actrices. Como se ve, Hitchcock las prefería rubias.

Una detrás de la otra

Toda la obra de Hitchcock es sólida, pero entre 1958 y 1960, Hitchcock parece estar especialmente iluminado. Baste decir que en 1958 filmó Vértigo, que en 1959 filmó Intriga internacional y en 1960 filmó Psicosis. Es difícil pensar en otro cineasta que haya concebido tres obras maestras semejantes, una detrás de la otra.

Vértigo es hoy considerada un monumento de la historia del cine, una película tan esencial como El ciudadano,de Orson Welles, pero en su momento, la historia de ese detective con acrofobia que recibía la misión de vigilar a una mujer que decía estar poseída por los espíritus  fue un fracaso de crítica y de público

François Truffaut: 'Todo ese aspecto erótico del film es apasionante. Pienso en otra escena hacia el principio, después de que James Stewart repesca a Kim Novak, que se había arrojado al agua. La volvemos a ver en casa de James Stewart, acostada desnuda en la cama. Entonces, ella se despierta y eso nos demuestra que él la ha desnudado, que la ha visto desnuda, y sin que en el diálogo se haga referencia alguna a ello. El resto de la escena es extraordinario, cuando Kim Novak se pasea con la bata de Stewart, cuando se ven sus pies desnudos deslizarse por la alfombra y cuando James Stewart pasa una y otra vez por detrás de ella... Hay en Vértigo cierta lentitud, un ritmo contemplativo, que no se encuentra en sus otros films, a menudo construidos sobre la rapidez, la fulguración.'Alfred Hitchcock: 'Exacto, pero ese ritmo es perfectamente natural, ya que contamos la historia desde el punto de vista de un hombre que es un emotivo.'"

Intriga internacional fue protagonizada por Cary Grant y Eva Marie Saint. La trama es un gran equívoco: unos espías se confunden a un publicitario (Cary Grant) con un agente del gobierno y lo persiguen, vaya si lo persiguen.

Cary Grant huye de sus perseguidores sin perder jamás ni la elegancia ni el sentido del humor. Es una película pródiga en escenas inolvidables: si hay que elegir una, claro está, nos quedamos con el momento en que persiguen desde un n avión fumigador al pobre Cary.

Psicosis... bueno, ya saben. Norman Bates, ese inquietante motel, la escena de la ducha, ay, y todo eso.Ya conocen la historia, desde luego: la joven Marion tiene la desafortunada idea de pasar la noche en el motel Bates.  Revisada, repetida, en remakes, en series y en todos los etcéteras del mundo, que no lograron siquiera acercarse a la potencia del original.

A diferencia de Vértigo e Intriga..., que eran superproducciones, Psicosis fue una película hecha con dos pesos con 50, en blanco y negro. ¿Por qué? bueno, porque la Paramount, la empresa productora, consideró que la historia era "repugnante" y que nadie la vería, y negó el presupuesto solicitado por el artista. Las condiciones de producción determinaron la estética. Y así podríamos seguir toda la tarde escribiendo sobre el Maestro, pero tal vez sea mejor detenerse aquí, esperando que la cuarentena y la curiosidad inviten a buscar su obra en Internet, a revisitarla para quienes ya la conocen, a descubrirla para quienes aún no tuvieron el placer. .