por Mayra Andrade
04 Noviembre de 2023 08:00"No son vacaciones", le dice Juan una y otra vez a Catalina, mientras se instalan en una cabaña en el sur argentino. La nieve no es la única que trae el frío a esta relación que parecía solidificada y que poco a poco, se irá quebrando sin remedio.
Catalina y Juan, una pareja joven y en su mejor momento, eligen pasar unos días en un campo, para planear su vida juntos. Cansados del frenesí de Buenos Aires, deciden instalarse en el sur y probar unos días la convivencia, dejando abierta la puerta a la posibilidad de instalarse en esa pequeña localidad y dejar atrás el cemento para siempre.
El sueño por una vida juntos y alejados de todo, hace que el mundo parezca mágico y de color de rosa. Lo que Catalina no sabe es que la acecharán varios matices y que todo puede tornarse siniestro de un día para el otro.
Olivia Gallo crea escenarios con una belleza deslumbrante y las tiñe de colores, pero todo deriva en el derrumbe, en algo perturbador. La leyenda de las flores amancay, que Catalina ve como algo precioso, para Juan representa una "plaga. Flores que posteriormente se tiñen de sangre.
A lo largo de las páginas, el lector intuye el declive, el horror. Es de esas novelas en las que estás alerta todo el tiempo, a la espera de la desgracia, que es inexorable.
"Creo que me va a costar acostumbrarme a tener tanta belleza cerca"
Catalina conoce a Laura, su suegra, una persona solitaria y algo extraña. La protagonista empieza a ver sutiles indicios de que detrás de tanta belleza, hay un paisaje hostil. En él, abundan los animales silvestres, de todo tipo. Y también la muerte.
Lo que parecía un amor sano y lleno de complicidad, comienza a develar sus sombras. En toda la novela, hay una pregunta recurrente en la cabeza del lector: ¿Conocés realmente a tu pareja? ¿Quién es la persona que duerme a tu lado?
"Pensó que ahora todo le quedaba lejos y eso le dio una sensación de tranquilidad extraña que le aflojó las articulaciones"
Catalina juega a ser quien no es e inventa historias para sobrellevar la realidad que la agobia. El sur es su vía de escape, su descubrimiento, la salida de esa vida chata que tuvo siempre.
Entre flores, leyendas y paisajes dignos de ser plasmados en cuadros, Catalina se pierde, en un lugar que sueña como suyo, mientras que este, la empuja poco a poco al vacío.
"Los días malos son peores cuando todo alrededor es hermoso"
Por su parte, Juan es un hombre que se aísla constantemente, y por lo cual, un pueblo en el medio de la nada, es su anhelo más profundo. Antisocial, desconfiado y algo hosco, el sur le viene como anillo al dedo.
Gallo logra a la perfección el famoso efecto de red en la narrativa, donde no podés parar de leer, atrapado totalmente en la historia, sabiendo que todo va a estallar de un momento a otro, esperando que el rasgo más turbio de los personajes, salga a la luz.