por Daniel Riera
17 Marzo de 2020 15:33
Google sorprendió hoy dedicándole su tradicional "doodle" a una gran escritora argentina: se trata de Olga Orozco, de cuyo nacimiento se cumplen hoy nada menos que 100 años.
Poeta y periodista, Olga Orozco nació el 17 de marzo de 1920 en la ciudad pampeana de Toay y falleció el 15 de agosto de 1999, a los 79 años. En sus "Anotaciones para una autobiografía", escribió: "Con sol en Piscis y ascendente en Acuario, y un horóscopo de estratega en derrota y enamorada trágica, nací en Toay (La Pampa), y salí sollozando al encuentro de temibles cuadraturas y ansiadas conjunciones que aún ignoraba".
En su casa natal funciona hoy una Casa Museo, donde se puede consultar su obra y visitar su biblioteca.
En 1946 publicó su primer libro, Desde lejos. Sus biografías hablan de su pertenencia al grupo surrealista de la llamada Tercera Vanguardia, junto a Oliverio Girondo, y de la influencia sobre ella de poetas como Rimbaud, Baudelaire y Rilke, y de la influencia de ella misma sobre Alejandra Pizarnik. Su poesía completa fue publicada en 2012 por la editorial Adriana Hidalgo y una parte de su obra periodística se puede leer en la antología Yo, Claudia, editada en 2012 por En Danza.
"Mi modo de expresión y una forma de conocimiento no necesariamente racional. Todo en mí se relaciona con la poesía y con una visión armónica: personas, objetos, animales, aves, hechos. Todo son rituales y cada hecho y cosa están cargados de trascendencia", dijo alguna vez, cuando le preguntaron qué era para ella la poesía.
En varios de sus poemas aparecen referencias a la magia y el ocultismo. Se acercó y se desilusionó de ese mundo "En una época las cosas del ocultismo fueron muy importantes para mí, una manera de transgredir la realidad, de sentir que a través de ese tipo de juegos yo pasaba por encima del aquí y del ahora, de las leyes de causa y de efecto, del orden lineal del tiempo, que es un estrechamiento y una limitación. Después poco a poco sentí que eso equivalía a omnipotencia, que eran cosas bastardas, irreales, y que en cambio la plegaria y la poesía eran maneras de ascesis, vías de ascensión del espíritu para buscar otras fuerzas de poder como son las religiosas o las trascendentales. Aquéllas, en cambio, eran el descenso a formas oscuras para mantener un poder ilusorio. En mis últimos libros, usted lo habrá visto, eso ya no existe", le dijo al escritor mexicano Marco Antonio Campos en una reveladora entrevista. En esa misma entrevista relativiza su acercamiento al surrealismo, tantas veces destacado por la crítica.
"Estuve cerca de ellos (los surrealistas) más por amistad que por identidad. Creo que he tenido en común el sentimiento de otros planos de la realidad que no son estos, la valoración de lo onírico, la emoción exaltada de la libertad, la justicia y el amor, pero nunca hice automatismo, ni poemas subconscientes. Todo lo contrario: he escrito poemas de gran coherencia, muy construidos, muy orgánicos, donde cada línea rigurosamente se teje y se entreteje con la otra como una red geométrica", explicó.
Y ahora te dejamos tres poemas para leer. En medio de un estado de excepción, cuando todos y todas estamos con preocupación por lo que ocurre, de tanto en tanto conviene pasar de largo, correrse un poco de la realidad y leer poesía. Te dejamos, entonces, con tres poemas de Olga Orozco.
Cantos a Berenice
Si la casualidad es la más empeñosa jugada del destino,alguna vez podremos interrogar con causa a esas escoltas de genealogíasque tendieron un puente desde tu desamparo hasta mi exilioy cerraron de golpe las bocas del azar.Cambiaremos panteras de diamante por abuelas de trébol,dioses egipcios por profetas ciegos,garra tenaz por mano sin descuido,hasta encontrar las puntas secretas del ovillo que devanamos juntasy fue nuestro pequeño sol de cada día.Con errores o trampas,por esta vez hemos ganado la partida.
Al pie de la letra
.El tribunal es alto, final y sin fronteras.Sensible a las variaciones del azar como la nube o como el fuego,registra cada trazo que se inscribe sobre los territorios insomnes del destino.De un margen de la noche a otro confín, del permiso a la culpa,dibujo con mi propia trayectoria la escritura fatal, el ciego testimonio.Retrocesos y avances, inmersiones y vuelos, suspensos y caídascomponen ese texto cuya ilación se anuda y desanuda con las vacilaciones,se disimula con la cautela del desvío y del pie sobre el vidrio,se interrumpe y se pierde con cada sobresalto en sueños del cochero.¿Y cuál sera el sentido total, el que se escurre como la bestia de la trampay se oculta a morir entre oscuras malezas dejándome la pielo huye sin detenerse por los blancos de las encrucijadas, laberinto hacia adentro?Delación o alegato, no alcanzo a interpretar las intenciones del esquivo mensaje.Difícil la lectura desde aquí, donde violo la ley y soy el instrumento,donde aciertos y errores se propagan como una ondulación,un vicio del lenguaje o las disciplinadas maniobras de una peste,y cambian el color de todo mi prontuario en adelante y hacia atrás.Pero hay alguien a quien no logra despistar la ignorancia,alguien que lee aun bajo las tachaduras y los desmembramientos de mi caligrafíamientras se filtra el sol o centellea el mar entre dos líneas.Impresa está con sangre mi confesión; sellada con ceniza..
Vete, día maldito;guarda bajo tus párpados de yeso la mirada de lobo que me olvida mejor;camina sobre mí con tu paso salvaje, simulando un desierto entre el hambre y la sed,para que todos crean que no estoy,que soy una señal de adiós sobre las piedras;cierra de para en par, lejos de mí, tus fauces sin crueldad y sin misericordia,como si fuera ya la invulnerable,aquella que sin pena puede probarse ya los gestos de los otros;y tiéndete a dormir, bajo la ciega lona de los siglos,el sueño en que me arrojas desde ayer a mañana:esta escarcha que corre por mi cara.Aun así, he de llegar contigo.Aun así, has de resucitar conmigo entre los muertos.