Una situación de trabajo esclavo fue denunciado en la provincia de La Rioja en el noroeste argentino. Fue la Policía Federal Argentina (PFA) la que, al momento del allanamiento encontró a 21 personas en situación de extrema precariedad.
Desde el momento de la denuncia por parte de una familiar de las damnificadas fue que se inició un fuerte proceso e investigación que llevó a corroborar que las personas en condición de esclavitud son oriundas de la provincia de Santiago del Estero.
En el operativo participaron Agentes de la División Unidad Operativa Federal La Rioja de la Policía Federal Argentina que fueron comandados por Daniel Herrera Piedrabuena. FUe este equipo el que constató que los domicilios donde se realizaban estas tareas eran tres en total y los tres estaban en condiciones de total servidumbre.
Según el informe que trascendió desde la PFA, las personas fueron "víctimas de trata y sometidas a servidumbre"; además, confirmaron que: "La causa se inició a partir de la denuncia efectuada por el familiar de una de las damnificadas que se encontraba trabajando en la modalidad golondrina, en estado de extrema precariedad y sin recursos económicos para sustentar su alimentación".
Cuando allanaron el lugar, las autoridades policiales se dieron con la triste realidad de que las personas trabajaban en un lugar totalmente hacinados, sin agua y sin ventilación. Además, explicaron: "Realizaban tareas en la cosecha de olivos, las cuales no habían sido remuneradas conforme lo pactado con la contratista, quien además retenía sus documentos de identidad".
Después de la investigación, se incautaron 100 mil pesos, un celular y se notificó a la principal implicada en la causa por Infracción a la Ley de Trata de Personas, una mujer de 23 años. La causa cayó en el Ministerio de Trabajo de la provincia de La Rioja que ya trabaja con las víctimas y con la implicada para resolver el caso.