Jorge Ríos, el jubilado que hace un año mató a uno de los delincuentes que lo asaltó en su casa del partido bonaerense de Quilmes, sigue procesado por homicidio sin prisión preventiva y aguarda que la Justicia resuelva si lo sobresee o lo somete a juicio oral, mientras los cuatro acusados de actuar como cómplices del fallecido permanecen detenidos y serán juzgados por el intento de robo.
Para el hombre de 71 años, que aún se encuentra con custodia policial, el hecho "fue una tragedia" por la que carga "una mochila muy grande", aunque la familia del joven muerto, Martín "Piolo" Moreyra (26), lo único que espera es hacer justicia y que el jubilado pague por lo que hizo.
El fiscal a cargo del caso, Ariel Rivas, de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) 1 de Quilmes, desdobló el expediente que tiene por un lado al homicidio de Moreyra con el jubilado Ríos como imputado, y por el otro, a los acusados de ser los cómplices del fallecido en el asalto.
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Ríos aguarda en su casa por el desarrollo de la causa penal en la que continúa procesado por el delito de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" en perjuicio de Moreyra y, en caso de ser condenado, podría recibir una pena de entre 10 y 25 años de prisión.
"Lo que sucedió fue una tragedia, tengo una mochila muy grande que cargar que fue el fallecimiento de una persona. Estoy contenido por un montón de gente, en la parte psíquica y psiquiátrica y en la parte física, pero es todo muy duro", dijo Ríos en declaraciones a Télam.
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Además, cuestionó la demora judicial para resolver si lo sobreseen: “El fiscal me tiene desorientado. No se por qué da tantos vericuetos en el asunto". Agregó que “fue una gran pena que gente tan joven, en lugar de hacer algo en favor de la comunidad, provoque este tipo de situaciones”.La defensa particular del jubilado, a cargo de los abogados Fernando Soto y Marino Alejandro Cid Aparicio, afirmó que la causa "está trabada", ya que el fiscal solicitó una pericia hispatológica del fallecido, que tendrá lugar recién en abril de 2022.
Por su parte, Natalia Moreyra, la hermana del joven muerto, pidió "justicia" y que Ríos "pague como sea", aunque admitió que tanto ella como el resto de la familia está "muy mal por todo lo que pasó" y que, como no tienen abogado, dependen "de lo que dice el fiscal sobre lo que está pasando con la causa".
"Lo que hizo ese señor no está bien. Lo que hizo mi hermano tampoco estuvo bien, pero no era para que termine así. Entendemos que es un hombre grande, pero nos hubiese gustado que tenga más sentimientos con mi hermano”, explicó.
El hecho
Los hechos investigados ocurrieron entre las 4 y las 4.50 de la madrugada del 17 de julio del pasado año, cuando cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos, ubicada en Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste.
El herrero jubilado fue sorprendido en su vivienda mientras dormía, y fue golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, quienes le causaron heridas en el dorso de la mano derecha, en su antebrazo derecho, y en la cabeza, al mismo tiempo que "intentaron desapoderarlo ilegítimamente de cosas de valor existentes en la propiedad", según acreditó el juez de Garantías 2 de Quilmes Martín Nolfi.
Sin embargo, los ladrones no pudieron lograr su objetivo porque Ríos extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que uno de los asaltantes, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido y trató de huir rengueando hasta que cayó a la vuelta de la esquina.