06 Enero de 2016 20:03
Fernando Farré, acusado de asesinar de más de 70 puñaladas a su esposa, está en prisión desde hace cuatro meses Nunca imaginó que pasaría de vivir en un country, a quedar confinado en una celda. Hoy pasa sus días en un pabellón evangelista, donde según contó su abogado, Adrián Tenca, "reza todos los días y está muy mal anímicamente".
La celda donde el empresario pasa sus días.
El detenido comparte su celda con otras cuatro personas. Algunos allegados dicen que mantienen buena relación, porque comparten momentos de rezo.
Farré está en prisión por haber asesinado de 74 puñaladas a Claudia Schaefer en el country Martindale de Pilar, el 21 de agosto pasado. Junto a su defensor, aguarda los resultados de las pericias psicológicas para conocer cómo seguirá su situación.
El detenido ya fue sometido a ocho entrevistas con distintos profesionales que van a confeccionar su perfil psicológico y psiquiátrico.
En febrero se conocerán los resultados de los últimos estudios médicos.
Tenca sostuvo ante Perfil que su defendido colaboró en todas las instancias de las pericias y que sólo restan los estudios clínicos que se efectuarán en las próximas dos semanas, con lo cual su diagnóstico estaría listo a fines de febrero.
VISITAS EN LA CÁRCEL
Los únicos que visitan al empresario son sus padres, quienes residen en Recoleta, y dos veces por semana se dirigen al penal 46 de San Martín. La madre de Farré había sido testigo de otro brutal ataque de su hijo contra su mujer. Pese a eso, culpó a la víctima.
Fue en Punta del Este, donde las empleadas domésticas afirman haber visto golpes e insultos en presencia de la madre y los hijos del ex ejecutivo de Coty.
El empresario apuñaló más de 70 veces a su esposa.
La familia de Farré, por otro lado, planteó hace dos meses un escenario distinto, donde acusaron a la víctima de maltratos psicológicos, acoso constante y provocaciones que aludían a la hombría del detenido.
La propia madre del empresario ya había sido testigo de la violencia de género que impartía su hijo hacia Schaefer
Sin embargo, esto se contradice con las declaraciones de Claudia Schaefer, quien denunció por violencia doméstica a Farré antes del crimen, y dijo que la familia de su esposo también tendía a tener discusiones que sus propios padres jamás tuvieron.
“Nos decía mugrientas, muertas de hambre. Todo enfrente de los chicos”.
Mónica, de 38 años, y María, de 18, empleadas domésticas de la casa de Pilar, tuvieron declaraciones que se asemejan a lo que anticipaba la mujer del detenido: “Era muy violento y el maltrato era constante, no sólo con ella, con nosotras también. Nos decía mugrientas, muertas de hambre. Todo enfrente de los chicos”.
