La Justicia dejó en libertad a Ricardo Barreda, el cuádruple femicida que tenía reclusión perpetua por los asesinatos de su esposa, sus dos hijas y su suegra. El tristemente célebre odontólogo, de 80 años, estaba en libertad condicional y vivía en la casa de un amigo, en Tigre. Ahora, ya no tendrá que rendirle cuentas de sus actos a nadie.
El odontólogo mató a su esposa, sus dos hijas y su suegra.
Según informó el diario El Día, el juez de Ejecución Penal, Raúl Dalto, firmó la resolución en los últimos días, a menos de dos semanas de la realización de la nueva movilización que, bajo la consigna Ni una Menos, reclamará por el fin de los femicidios.
El 15 de noviembre de 1992, en su casa de la calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, Barreda mató a su esposa, Gladys McDonald, de 57 años; su suegra Elena Arreche, de 86; y sus hijas Cecilia, de 26, y Adriana, de 24 años. Luego desapareció y dijo a la policía que ese fin de semana había estado pescando, pero rápidamente se descubrió que mentía y terminó preso.
En 1995, Barreda se justificó diciendo que las mujeres de su familia lo maltrataban y sometían. La Justicia lo condenó a la pena de reclusión perpetua. En el 2008, como ya tenía 70 años, fue beneficiado con el régimen de prisión domiciliaria por su buena conducta. El 22 de diciembre de 2014, el juez revocó la libertad condicional por entender que su relación con Berta "Pochi" André era "peligrosa", hasta tanto Barreda consiguiera un nuevo domicilio.
El año pasado, un amigo le alquiló una casa en el Tigre y el odontólogo recuperó la libertad condicional. Ahora, luego de varios rechazos a los pedidos de su abogado, Eduardo Gutiérrez, el juez aceptó concederle la libertad definitiva.