"La banda de Gesell". Ese era el grupo de WhatsApp que Fernándo Báez Sosa y sus amigos habían armado para comunicarse durante la semana de vacaciones que iban a disfrutar en la Costa Atlántica. Qué mensajes intercambiaron durante la madrugada del homicidio y por qué se complica aún más la situación de los diez rugbiers imputados por el asesinato del joven de 18 años.
Tal como declararon ante la Justicia, los chats dan cuenta de una pequeña pelea dentro del boliche Le Brique. De acuerdo a los amigos de la víctima, todo sucedió cuando estaban haciendo "pogo" y rozaron sin querer a uno de los diez detenidos por el crimen. Todo sucedió en el área VIP a la que habían tenido acceso Fernando y otro de sus amigos.
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"Conseguimos pase para el VIP", fue el mensaje que les enviaron a sus amigos, quienes también se encontraban dentro de la disco. El mensaje coincide con la declaración de Julieta Rossi, novia de la víctima, quien se encontraba disfrutando del recital del trapero Neo Pistea que tenía lugar en la pista principal del lugar. "Lo último que me dijo fue: 'Te amo, nos vemos en un rato'. Después, nunca más lo volví a ver. Nadie me dijo nada de lo que estaba pasando afuera".
El siguiente mensaje enviado al grupo, es clave para la Fiscalía. "Estábamos haciendo pogo, nos chocamos por accidente. Fer levantó el dedo y pidió disculpas, pero lo están mirando feo", escribió el testigo, identificado como "J". Eran las cuatro de la mañana. El chat volvió a activarse 35 minutos después, con un mensaje de otro de los amigos de la víctima. "Vuelvo para el VIP. ¿Dónde están todos?".
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Todavía dentro del boliche, otro de los amigos da cuenta de que estaban siendo agredidos por los diez imputados. "Che, nos están pegando. Vinieron al toque de atrás. Son una banda. Nos están dando piñas", advirtió a las cinco menos veinte de la mañana.
De acuerdo a la declaración de los amigos de Fernando, ese fue el momento en el que el DJ señaló con un puntero láser a ambos grupos y los efectivos de seguridad del boliche los sacaron a todos, aunque por puertas separadas.
"Salimos. A Fernando lo sacaron los patovicas", avisó "J". El horario coincide con las imágenes que registró la cámara de seguridad de la puerta, en la que se puede ver cómo la víctima es expulsada del local a las cinco menos cuarto de la mañana. Tenía toda la camisa rota. A pocos metros, se hacía lo mismo con los diez imputados: a ellos hubo que sacarlos a la fuerza por el nivel de agresión que manejaban. El siguiente mensaje llegó después de la brutal golpiza. A las 4.54 de la mañana, "J" advierte: "Fernando está inconsciente".