18 Noviembre de 2021 18:22
Lucas González, el futbolista de 17 años que jugaba en las inferiores de Barracas Central que el miércoles por la mañana recibió dos disparos en la cabeza por parte de un efectivo de la Policía de la Ciudad, falleció en horas de la tarde, luego de llegar en estado crítico al hospital El Cruce de Florencio Varela. "A Lucas lo acribillaron", denunció Mario González, el papá del adolescente asesinado, en diálogo con La garganta poderosa.
El hombre dialogó con la publicación cuando su hijo todavía se debatía entre la vida y la muerte. "Les voy a ser sincero, espero un milagro. Recién estaban haciéndole una serie de estudios a mi hijo. Lucas está respirando sólo porque tiene el aparato prendido, no tiene signos vitales. Necesitamos que ya no ensucien más nada, porque no lo podrán ocultar, está todo claro. Sabemos que los chicos salían de entrenar y les dispararon; nos vamos a ocupar de que los policías responsables vayan a prisión".
"Como cada mañana, Lucas viajó de Florencio Varela hasta Barracas Central, donde juega; ayer fue con tres amigos. Cuando terminaron el entrenamiento, salieron en auto y pararon en un kiosco. A las dos cuadras los interceptó un coche de donde bajaron policías de civil, quienes sin mediar palabras empezaron una ráfaga de balas; dos de los tiros dieron en la cabeza de mi hijo. Quisieron instalar que Lucas tenía un arma, pero lo único que tenía mi nene eran los botines y las canilleras. Nunca hubo balaceras, ¡fue víctima de gatillo fácil!".
"Estaban de civil, sin chalecos, sin chapas, sin uniformes y sin identificación... A Lucas lo acribillaron. Anoche, un cuerpo de la Brigada de la Policía de la Ciudad le dijo a mi mujer que estaban “completamente arrepentidos y avergonzados de lo que había pasado”, y que quedaban a disposición, como si no hubieran sido ellos mismos quienes me lo devolvieron así. Esto pasa porque es un pibito que le gusta andar bien vestido, usar viserita y zapatillas, porque estamos marginados, porque somos humildes y piensan que somos basura".
"Hoy, a Lucas lo vienen a visitar de todas partes, tiene millones de amigos. Vuelve de entrenar, come y duerme la siesta. Se había anotado a la noche para terminar la secundaria, así podía seguir jugando, porque su sueño era triunfar en el fútbol. Quiero agradecer a toda la gente que se solidarizó. Sé que desde la Villa 21-24 de Barracas se hará una movilización a la que no creo poder asistir porque estoy acá peleando por la vida de mi hijo. Sigo acá, como puedo, esperando el milagro para luego ir por los responsables hasta que se hagan cargo de la mugre que hicieron, y ojalá esta vez la Justicia no actúe mal".
El relato de los adolescentes que iban junto a Lucas en el auto
"Es un hecho muy confuso tal vez para la gente, pero nosotros tenemos en claro qué fue lo que sucedió: estamos frente a un caso de gatillo fácil y de negligencia policial", aseguró Guillermo Poletti, abogado de la familia de Lucas, en diálogo con Radio con Vos. "Lo conozco de chiquito a Lucas, su sueño era jugar en primera. Fueron todos a una práctica y volvieron en auto juntos", sumó.De acuerdo a lo que los amigos que iban abordo del vehículo le contaron a la familia de Lucas, todo sucedió después de que frenaron a comprar un jugo en un kiosco. De nuevo con el auto en marcha, los adolescentes "fueron interceptados por un vehículo (Fiat) Siena" y no un patrullero, como se intentó instalar temprano, dado que los cuatro efectivos ahora sumariados estaban "de civil".
"Se bajó uno con un arma y el conductor que iba con Lucas lo esquivó, porque lo que primero que pensó fue que los querían robar. ¿Quién va a pensar que es un policía de civil? En ese momento, le dieron los dos disparos a Lucas", sumó el abogado.
De acuerdo a lo que pudieron reconstruir a partir del testimonio de los jóvenes, al ver a Lucas ensangrentado, siguieron a toda velocidad y frenaron cuando vieron a dos efectivos policiales que se encontraban "caminando por la calle". "Les dijeron: 'Le dispararon a mi amigo, nos quieren robar'. En ese momento llegó el Siena, lo estacionaron atrás y detuvieron a los chicos".
"Es un hecho más que lamentable, en donde se ve una negligencia por parte de la Policía de la Ciudad. No sólo por los disparos, sino por todo lo que hicieron después, que fue tendiente a buscar impunidad. Ocultaron cosas, dijeron que eran delincuentes, hablaron de un arma en el auto que nunca se encontró. Los dos menores que estaban con Lucas quedaron detenidos desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche", sumó el abogado.
El conductor del auto también tiene 17 años y se había ido a probar al club. "Se asustó porque iba manejando y de golpe lo apuntó un tipo de civil, con mal aspecto, porque quieren disimular su rol de policías de civil. ¿Qué hacés ante una situación así? Pensó: 'Me quiere robar el auto'. Ahí es cuando pegó el volantazo y les tiran los dos tiros. Cuando les piden ayuda a los otros dos policías, el otro auto llegó de forma inmediata y a los veinte minutos los policías ya tenían abogados".