La madre de Lola Jazmín Montero, la beba de cinco meses asesinada ayer de un balazo en la cabeza en la localidad bonaerense de Dock Sud, denunció este viernes que desde hacía "tres noches” se escuchaban disparos en las torres del monoblock y afirmó que por más que hayan detenido a los tres involucrados en el hecho, a su hija nadie se la va a devolver más.
Además, en las últimas horas se realizó la autopsia en el cuerpo de la menor, y los forenses le advirtieron al fiscal que recuperaron la bala que mató a la nena, pero que se trata de un proyectil deformado que quizás presente dificultades para un futuro cotejo balístico.
La autopsia fue realizada esta mañana en la morgue judicial de Lomas de Zamora, donde los forenses confirmaron que la beba fue asesinada de un único balazo que ingresó por su parietal derecho.
En el reporte preliminar enviado al fiscal de Avellaneda, Elbio Laborde, los médicos informaron que el plomo pudo ser extraído y que aparenta ser de un “calibre grueso”, pero que presenta una deformación que podría complicar el peritaje balístico que se pretendía realizar con la pistola calibre 9 milímetros secuestrada ayer en el marco de los allanamientos.
De este modo, fuentes de la causa indicaron que está descartado que se trate de un calibre pequeño, pero que la bala será remitida a un perito balístico para que intente determinar con qué tipo de pistola fue disparada.
En medio de tanto dolor, los papás de Lola decidieron este viernes salir a hablar con los medios para contar cómo ocurrió la trágica situación. “Estaba comprando el pan y mi hija pega un grito, se da vuelta y tenía el disparo en la cabeza”, relató en diálogo con la prensa Carolina, la madre de la víctima. Según dijo, había salido de su casa para ir a comprar pan a un panadería que estaba dentro del edificio.
“Yo bajé a comprar el pan y ahora no la tengo más conmigo. Había cumplido cinco meses. A mí nadie me la va a devolver, aunque hayan agarrado a los hijos de puta esos”, dijo, muy dolida.
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Del mismo modo, Carolina aseguró que hacía tres noches que se escuchaban disparos constantes en las torres del complejo habitacional Nicolás Avellaneda, adonde vive, y que pese a ello nadie hizo nada.
Además, la mujer responsabilizó por lo sucedido a Mariano César Dacosta, alias “Marianito”, el tercer detenido por el caso, quien es el hijo de la dueña de la verdulería ubicada frente al almacén donde ella ayer estaba comprando pan cuando mataron a su beba.
“Fue por culpa de Mariano, él salió y a él le dispararon. Hace rato que lo andaban buscando”, aseguró la mamá de la beba, quien además contó que hace dos años perdió un embarazo.
Al ser consultada sobre si sabía el motivo por el que le fueron a disparar al sospechoso, Carolina comentó que no fue por una disputa entre barrabravas y que lo único que sabe es que los atacantes “tenían bronca con él”.
Su marido y padre de Lola, José Alberto Montero, aseguró a la prensa que la muerte de su hija “es algo que no se puede explicar” y también negó que haya sido un problema entre hinchadas: “Son un par de pelotudos que se cagan a tiros porque tienen ganas y lamentablemente no se lastiman ellos y terminaron lastimando a una criatura”.
José contó que él mismo se subió a un patrullero para llevar a la beba al hospital y pese a que durante el viaje le hicieron tareas de “RCP y respiración” y su hija “llegó con vida”, luego “no aguantó y entró con un paro”.
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“Desgraciadamente a nuestra hija no nos la va a devolver nadie. No sé cómo nos vamos a recuperar. Somos gente de trabajo, gente buena, luchamos día a día, nos toca vivir esto que siempre lo veíamos por la tele. Hay que acabar con todo esto”, concluyó.Por el momento, la causa tiene tres detenidos. Se trata de Iván Amarilla, Hernán García y Mariano César Dacosta, acusados de haber cometido el delito de "homicidio calificado por el uso de arma de fuego".