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Abusó a la hija de 5 años de su ex y está prófugo hace un año: "La Justicia da vueltas y no hace nada"

Adriana Benseñor denunció que Miguel Ángel Kreni abuso sexualmente de su hija, que tan solo tenía 5 años al momento del hecho: "Tengo mucho miedo que pase esto con otra nena o nene".

por Alejo Paredes

19 Febrero de 2020 16:26
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Miguel Ángel Kreni está cumpliendo hoy 38 años y desde el 29 de diciembre de 2018 es intensamente buscado, o al menos esto es una forma de decir, por la Justicia a raíz de una denuncia por abuso sexual infantil que le radicó su ex pareja, Adriana Benseñor, luego de que el hombre atacara sexualmente a su hija L., quien en ese momento tenía 5 años.

El hecho denunciado ocurrió aquel sábado 29 de diciembre, dos días antes de fin de año. Adriana, que llevaba cuatro años en pareja de Kreni, llegó al mediodía de trabajar, preguntó -tal y como lo hacía habitualmente al llegar- si estaba todo en orden en la casa y en ese momento se sorprendió cuando el mayor de sus hijos, J. de por entonces 10 años, le dijo que quería hablar con ella.

Adriana dialogó con BigBang y dio detalles de cómo era el vínculo de Kreni con ella y sus tres hijos, J., N. y la pequeña L., actualmente de 11, 8 y 6 años: “Estuve cuatro años en pareja con este hombre. Yo tengo tres bebés. Él la conoció a mi hija cuando tenía un año. Convivimos juntos en la misma casa, como una familia normal. Ellos le decían papá”.

Según recordó, aquel sábado comieron ñoquis en su casa ubicada en Trevelin, un pequeño pueblo Chubut que cuenta con poco más de 9 mil habitantes y se encuentra a 30 km de chile y a 20 km de Esquel: “Comimos y hablamos. Nos fuimos a la habitación matrimonial y J. ahí le dice directamente a Kreni que se tenía que ir de la casa porque me iba a contar lo que pasó”.

En ese momento, con mucho valor y el afán de defender a su hermanita, el pequeño que por entonces tenía 10 años le contó a su mamá que el hombre al que llamaban “papá” había llevado a L. a la habitación, le había sacado la ropa y frotó sus partes íntimas con las de ella. “Yo pensé que había sido una pelea, pero después se me desmoronó el mundo”, reveló.

Y siguió: “Me contó que este tipo la llevó a la habitación, le bajó la bombacha, que él se bajó los pantalones y que rozó sus partes íntimas con las de la nena. Que le apoyó su pene en el ano de mi bebé. Miguel lo quiso frenar a J. y decía que eso no pasó. Entonces yo me quedé sola con el nene hablando”.

Este momento -según contó- fue aprovechado por el acusado, quien no dudó en agarrar sus cosas (su celular y la campera) e irse de la casa. “Cuando le pregunté a L. si esto era verdad, me dijo con la cabeza que sí. Pero solo me dijo ´papá, pito en la cola´”, contó.

Rápidamente, al ver que su por entonces pareja había huido, Adriana tomó su teléfono, llamó a la comisaría e hizo la denuncia. “Se me vino el mundo abajo, llame a la policía, se acercaron desde la policía de la mujer y me dijeron todo lo que tenía que hacer”, explicó.

Al llegar los patrulleros, llevaron a la nena hospital al hospital para que le hicieran los análisis y así cumplir con el protocolo: “Le hicieron todo, le secuestraron la ropa, le hicieron hisopado. La habló con la nena y ella repitió todo lo que me había dicho a mí”.

Como suele ocurrir en un pueblo de poco más de 9 mil personas, la noticia rápidamente se viralizó y todos sabían que Miguel Ángel Kreni era buscado por las autoridades por un hecho tan aberrante y descalificador como lo es el abuso sexual infantil. “Ahí un juez pidió la detención y le dictó la perimetral. Pero nunca lo encontraron. Al otro día en el pueblo, ya era noticia”, dijo.

Y continuó: “Se filtró mi denuncia y todo el mundo sabía lo que había pasado. Eso complicó la búsqueda y no apareció más. Al día siguiente, me avisan que lo vieron en Esquel. Por esa razón, el juez pidió la detención y la búsqueda nacional”. 

El 8 de enero de 2019, una amiga de Adriana le avisó que lo habían visto en Palena, una comuna en Chile. “Es otro paso fronterizo que tenemos por acá. Ahí se hizo el pedido de captura un internacional que tardó en emitirse una semana completa”, remarcó.

Según detalló Adriana, el paso por Chile de su ex pareja no fue como él lo esperaba. “En Chile lo echaron del hospedaje, se fue a otros ciudad donde también lo echaron. Ahí fue paseando por Chile hasta que en diciembre subí la imagen de él en una página de Bolivia”, dijo.

Y agregó: “Yo trato de ponerme en la cabeza de él y ver cómo puede moverse. Puse el nombre de él en Facebook y me salió un usuario. Decía ´5 de agosto en Bolivia´ una publicación. Ahí le escribí a sus 15 seguidores y me respondió solo uno poniéndome una captura de que estuvo en La Paz”.

Miguel Ángel Kreni trabajó durante muchos años en circos. Es mecánico de autos, motos y se da maña soldando: “Averigüe si había algún circo en Bolivia y me respondió una señora. Me dijo que vio la foto, la historia y me dijo que recordó que en Santa Cruz de la Sierra su mamá contrató a un chico argentino que buscaba trabajo de soldador y que dormía en una camioneta”.

En ese momento, la mujer de nacionalidad boliviana contactó a su mamá y afirmó que se trataba de Kreni. “Estuvo trabajando en ese circo, pero lo echaron por problemas de adicción. Estuvo dando vueltas por el Mercado Central ´Satelite Norte´ en Bolivia”, señaló.

Pero a pesar de que tiene ubicado al hombre que lastimó a su hija, Adriana se encuentra actualmente atada de manos debido a la inacción del fiscal de Esquel a cargo de la investigación, Carlos Richieri. “En enero le di toda esta información al fiscal”, reveló.

Y continuó: “Esto fue en enero, estamos en febrero y ninguna noticia tengo desde fiscalía. Esta señora (por la mujer en Bolivia) me dijo que lo vio otra vez en el circo, porque va a pedir comida y plata. Me piden que vaya hasta Bolivia, pero para mí es imposible económicamente”.

“Si no fuera por mi investigación ellos no se hubieran movido. Hoy llamé al fiscal y no me quisieron atender. Supuestamente el fiscal es quien te tiene que defender, pero no está haciendo nada. Me siento cero representada y acompañada. Desde que pasó esto, dos veces solamente vieron a la nena. Todavía no le hicieron ni la Cámara de Gesell”, explicó.

Y concluyó: “Después de todo lo que pasó ella y su hermano tenían miedo de que vuelva, les tenían miedo a los hombres, me pedían que no tenga novios, le tenían miedo al sexo masculino. Pero gracias a Dios hoy ya están mejor. Tengo mucho miedo que pase con otra nena o nene. Quiero evitar esto, no solamente por mi hija sino por las otras nenas”.

Finalmente, Adriana le volvió a pedir que la Justicia actué y que la ayude finalmente a conseguir la justicia que se merece su hija. “El fiscal se lo toma muy light, me felicita por mi investigación, pero eso lo tendría que hacer él. El alerta roja todavía no está emitida me dijeron y eso tendría que estar hace un año. El fiscal me da términos legales que mucho no entiendo y me da vueltas. Me dice que la alerta roja no es primordial, pero no hace nada”, cerró.

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