Nunca pensó que iba a vivir un episodio horrible. El domingo por la tarde era una jornada más para la enfermera Claudia Susana Loto, que tiene 52 años y más de 30 años de experiencia en el área de la Salud. Estaba punto de terminar su turno en la Unidad de Pronta Atención número 5 (UPA) de Longchamps, partido de Almirante Brown.
Hasta que una compañera le avisó que había una oficial de la Comisaría 4°, de la Policía Bonaerense que pedía a los gritos que le sacaran sangre a un detenido, Francisco Ypolito Corbalán, un hombre de 64 años, acusado de tentativa de homicidio. “Tenía un tono agresivo”, explicó la enfermera sobre el comportamiento de la policía.
En ese momento, ingresó un paciente con dolor muy agudo en el pecho, un síntoma del infarto cardíaco. Era un código rojo. La enfermera le avisó al policía que iría en un rato a sacarle sangre al detenido. El policía volvió a gritar. Tengo un orden de la Fiscalía.
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Claudia volvió a repetirle que enseguida vendría. Cuando caminaba por el pasillo rumbo al shock room, vio por primera vez a la agente de la Policía. “Me increpó. Me gritó. Me exigió que le saque sangre al detenido, que tenía una orden, que necesita que le pongamos el sello. Yo le dije: 'No me interesa la orden y no te voy a poner ningún sello porque mi matrícula para sacar sangre está vencida y porque no soy extraccionista, soy enfermera. Dejame que voy a ir a ver a un paciente'”, contó Loto.Apenas dio unos pasos, cuando Claudia escuchó a la oficial decir: “A esta me la llevo presa”. No llegó a atender al hombre que sufría un infarto. Porque la policía la atacó desde atrás, le esposó una muñeca y se la llevó para que extrajera sangre al detenido. “Sentí que me agarró, no sabía qué me estaba pasando. Luché, pensé que eran como veinte personas. Era ella sola. Logró esposarme la muñeca derecha y me arrastró veinte pasos”, describió la profesional de la salud a BigBang.
Ante la mirada atónita de sus compañeras, la policía arrastró a la profesional de la salud hasta el otro lado. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad. Así se lo confirmó Virginia Vallejo, la directora del UPA. Un hecho tan inaudito como violento. “No me acuerdo nada de ese momento”, contó Loto. Y completó: “Estaba en medio de una crisis. Sé que luché pero no sé cómo terminé del otro lado. Lo que sí sé es que las esposas que me pusieron eran las que le habían sacado al preso. Estaban todas oxidadas. Me lastimaron la muñeca porque son filosas. Por eso le pedía que me la sacara”.
En ese momento, otra enfermera grabó la escena. En el video se la ve a la policía que habla por teléfono mientras Claudia está entre indignada y nerviosa. “No te puedo creer. En mi vida me pasó esto. Andan los chorros por ahí y esta hija de puta... Sacame que me está lastimando. No me voy a escapar boluda, estoy en el trabajo. Soltame. Me estás lastimando”.
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Inmutable e igual de violenta que antes, la agente de la Policía Bonaerense le responde: “Ya me estás cansando”. Y continuó con la charla telefónica con la directora del lugar. “Vos también me estás cansando. Me estás lastimando. No te puedo creer”, le respondió la enfermera. Enseguida, la agente le pasa el celular a la enfermera: “Doctora, me está lastimando, estoy trayendo un infarto, me agarran y me esposan. Estoy acá con el infartado y esposada. Me está tironeando. No puedo creer doctora que pase esto acá”.
Enseguida, un policía le saca la esposa la enfermera. La policía ya se había ido del lugar pero registró la explicación de la mujer que esposó a una profesional de la salud en medio de un código rojo de un paciente. “La esposé porque me faltó el respeto delante de todos, me dijo 'boluda' e 'hija de puta'. Es resistencia a la autoridad”, dijo. Sonó poco creíble.
“Cuando terminé de trabajar, me fui a la comisaría e hice la denuncia”, afirmó Loto, que el lunes estuvo internada varias horas en la clínca IMA, de Adrogué, para realizarse chequeos. Ratificó el accionar violento de la agente: se presentó de manera agresiva, exigiéndole la extracción de sangre y orina al detenido. Al asegurar que no estaba autorizada, la enfermera la redujo con insultos en un pasillo y la esposó. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad. Por su parte, la oficial dijo que Loto fue “violenta y se negó a identificarse”. Ahora comenzó una investigación en la UFI N°4 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Marcelo Benítez bajo la calificación de averiguación de delito.