03 Octubre de 2016 21:08
Un juez de Santa Cruz que circulaba sin su registro de conducir atropelló con su vehículo a una niña de 11 años en la ciudad de Perito Moreno, pero a las pocas horas fue liberado de los trámites y le devolvieron el automóvil sin establecer los motivos del accidente.
Eduardo Quelín. Juez.
El accidente se produjo el sábado en el centro de la ciudad de Perito Moreno, cuando el juez de Instrucción de Las Heras, Eduardo Quelín, atropelló con su automóvil Mercedes Benz gris a una niña de 11 años, hija de un policía de apellido Mansilla que presta servicios en la ciudad de Los Antiguos, quien sufrió fractura de húmero y otras lesiones, por lo que debió ser trasladada al Hospital Distrital Pedro Tardivo de Caleta Olivia.
Tras el accidente, la policía le tomó muestras de sangre a Quelín para determinar si consumió bebidas alcohólicas o estupefacientes. Sin embargo, la secretaria del juzgado, Paola Hormaechea, que intervino en la causa, pese a ser el mismo juzgado que encabeza Quelín, determinó que le devuelvan el vehículo al magistrado a las pocas horas de producido el siniestro.
La devolución del vehículo se efectuó “sin realizarse las pericias accidentológicas” y el secuestro que debía efectuar la policía de Santa Cruz.
En tanto, la directora del hospital zonal, Patricia Zari, aseguró que la niña “se encuentra bien, está internada en sala general de pediatría y presenta fractura de húmero”.
“Se encuentra estable, aunque no está exenta de complicaciones como infecciones y trombosis, entre otras”, advirtió.
Otros casos, otros jueces
Hace apenas una semana, el juez de Garantías de Neuquén, Marcelo Muñoz, chocó contra otro auto en la ruta nacional 22 y huyó. El conductor del vehículo fue detenido poco después y se negó a hacer el test de alcoholemia, aunque posteriormente cedió y obtuvo resultado negativo.
Marcelo Muñoz. Juez.
El funcionario judicial alegó que había trabajado por largas horas y que se había quedado dormido, en tanto que desde la Dirección de Tránsito de Neuquén informaron que el juez insistió en que no recordaba lo que había sucedido.
El juez chocó, huyó y se negó a hacer el control de alcoholemia.
“Venía de una larga jornada de trabajo y me quedé dormido. Sentí el golpe, pero no advertí lo que había pasado, por lo que continué manejando hasta que me detuvo la Policía y me contó”, explicó el funcionario judicial.
El hecho se produjo en la ruta nacional 22, camino a Trenque Lauquen, entre las ciudades de Neuquén y Plottier. De acuerdo con el titular de la Dirección de Tránsito, Cristóbal Ávila, Muñoz embistió con su Volkswagen Bora a un Renault Sandero que inmediatamente cayó a un desagüe.
Los automovilistas iban con cinturón de seguridad y no sufrieron ninguna lesión. Tras el impacto, el juez se dio a la fuga, pero fue detenido por personal de la Comisaría 46a. en avenida Del Trabajador y Río Colorado, a unos dos kilómetros del lugar del accidente, relató Ávila.
“Lo llevamos y se negó a realizar el test de alcoholemia, por lo que se presume que podría tener alcohol en sangre, aunque no se le sintió aliento etílico”, declaró.
Los hijos también
También en Neuquén, Luciano Luchino, hijo del juez Andrés Daniel Luchino, protagonizó en marzo un hecho que conmocionó a toda la provincia cuando manejando alcoholizado una camioneta Ford EcoSport en la ruta nacional 40, a la altura del kilómetro 2248, perdió el control y atropelló de frente a una moto que circulaba con dos jóvenes mujeres, quienes murieron en el acto.
El vehículo que conducía Luciano Luchino.
Las víctimas, identificadas como Karina Catalán y Tatiana Millapi Melo, eran soldados voluntarios del Ejército y se desempeñaban en la guarnición militar de San Martín de los Andes. Luchino, en tanto, quedó internado en el hospital local con un cuadro de crisis nerviosa, con custodia policial.
Según pudo reconstruir la Policía, el joven se cruzó de carril en un tramo de la ruta que está marcado con doble línea amarilla, y chocó de frente con la moto. El examen médico estableció que el alcohol en sangre ascendía a 0,90, muy por encima del límite permitido para manejar.
Carta y culpa
El joven se bajó del auto por sus propios medios, con lesiones menores. Afectado y arrepentido por las muertes que ocasionó, Luchino le envió una carta a las familias de las jóvenes. “Familias Millapi y Catalán: Les escribo esta carta con todo respeto, para manifestarles mi pedido de perdón. Quiero que sepan que no soy indiferente al dolor que ustedes sienten, siento mucho dolor por lo sucedido, y por el momento no encuentro consuelo. Una parte mía murió en la madrugada del sábado y a veces siento que debí irme junto con ellas”, escribió el joven.
“Nunca voy a olvidar lo que pasó y el dolor seguro me acompañará toda la vida. Sólo le pido a Dios que Karina y Tatiana estén en paz. Yo jamás quise que pase lo que pasó, ni desencadenar esta tragedia. Asumo mi responsabilidad ante ustedes y mi familia. Espero y le pido a Dios que a pesar del dolor puedan seguir adelante, como también espero poder hacerlo yo”, agregó.
“Yo sé que estarán muy enojadas conmigo, pero vengo a ofrecerles reconciliación, a contarles que yo nunca quise hacer esto y a tratar de ayudar en lo que pueda para mitigar ese enojo, ese lamento y ese dolor”, concluyó.
El desconsuelo de los familiares de las víctimas.
Meses después, se estableció que el hijo del juez deberá abonar una suma de dinero en efectivo, no podrá conducir vehículos por un tiempo y deberá hacer cursos que le provean los conocimientos para lograr una conducción segura, pero fue eximido de ser juzgado por la muerte de las jóvenes.
Uno más
Por último, un funcionario del ministerio público fiscal cayó a un desagüe pluvial con su camioneta en la ciudad neuquina de Chos Malal, en 2012.
Sin embargo, la policía se retiró sin hacer test de alcoholemia y sin tomar las medidas de seguridad para que el vehículo fuera removido del lugar.
Pablo Milanese cayó a un desagüe pluvial con su camioneta.
Además, el protagonista del accidente, el funcionario de la fiscalía de la V Circunscripción Judicial Pablo Milanese, habría amenazado al corresponsal de un medio presente en el lugar diciéndole que “no me vas a sacar en el diario”, y, tras aducir que había tenido problemas con la dirección del vehículo, se dirigió con un tono de enojo y elevada voz a una empleada del Poder Judicial.