25 Julio de 2022 15:17
Juan Carlos Fernández tenía 48 años y fue asesinado de al menos cuatro disparos al intentar defender a su esposa, Patricia, en una de las paradas de colectivos del barrio porteño de Nueva Pompeya. El hombre no lo dudó e intentó defenderla de un asalto, forcejeó con el delincuente que habían rodeado a la mujer para robarle la cartera y fue acribillado por los delincuentes: murió antes de que la asistencia del SAME llegara al lugar.
El hecho ocurrió cerca de las 5 de la madrugada en la cuadra de la calle Uspallata al 3700 a seis cuadras de la sede del gobierno porteño. Personal policial de la Comisaría vecinal 4B llegaron al lugar tras el llamado de algunos vecinos al 911 que escucharon varias detonaciones de un arma de fuego en la zona. Al llegar, los oficiales se encontraron con Fernández herido a balazos y, a su lado, a su esposa gritando por auxilio, totalmente desesperada y entre lágrimas.
Si bien al lugar también arribó una ambulancia del SAME, el personal médico constató que el hombre -que es vecino de la zona y quien trabajaba haciendo mudanzas- ya había fallecido a causa de las cuatro heridas de bala que presentaba en la cabeza, los hombros y debajo de una axila. Allí Patricia relató que su marido la había acompañado a la parada de colectivos para ir a su trabajo en el Hospital Militar y que en ese momento fue abordada por dos delincuentes armados.
El agresor intentó quitarle la cartera y en ese momento, Fernández reaccionó, intentó resistirse al robo y en medio del forcejeo, uno de los ladrones le disparó. No conforme con eso, el delincuente lo remató con otros tres disparos, se subió a la camioneta donde lo esperaba un cómplice y ambos huyeron sin rastro. “El hombre reaccionó y forcejeó cuando el delincuente abordó a su pareja y ahí lo asesinaron”, dijo uno de los investigadores de la causa.
El caso es investigado por la fiscal en lo Criminal y Correccional 54, Laura Belloqui, quien dispuso la intervención de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad para intentar identificar y detener a los autores del crimen. Mientras tanto, Patricia habló con los medios en la zona donde ocurrió el ataque y contó que el ataque se produjo cuando su marido la había acompañado a la parada de colectivo. “Vinieron en un auto que tenía los vidrios polarizados”, dijo.
La mujer detalló que un delincuente fue el que los abordó y que, de sorpresa, intentó quitarle sus pertenencias desde atrás y le apoyó un arma en la nuca a Fernández: “Cuando él sintió el arma es cuando me empuja y ahí es donde quedó forcejeando. No sé si lo agarraron del cuello o qué (...) encima, este hijo de p..., cuando se estaba por subir al auto que lo trajo, se dio vuelta, volvió a disparar y ahí es cuando mi marido cae”, reveló.
Visiblemente angustiada, relató que eran dos los delincuentes porque uno de ellos se bajó de la camioneta mientras que el conductor lo esperaba con el vehículo en marcha. “Al menos eran dos porque el tipo se bajó de este auto y el conductor lo estaba esperando. Dio marcha atrás para subirlo de nuevo y escaparse”, dijo la viuda, quien además contó que ambos criaban a una hija de 13 años llamada Milagros.
Además, Carlos Fernández trabajaba en una empresa de mudanzas y también vendía ajos. Patricia se encontraba acompañada por tres jóvenes, a quienes ella calificó como “mis hijos del corazón”. Mientras la mujer hablaba, uno de los jóvenes la interrumpió y reclamó delante de las cámaras: “¿Y ahora quién le dice a mi hermanita que su papá no va a poder acompañarla en la entrada de su Fiesta de 15?, ¿Quién se lo dice?”