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Ahora el falso Oyarbide se hizo pasar por el juez Canicoba Corral

Desde prisión dio instrucciones a varios efectivos como si fuera el juez y una mujer policía sufrió abuso sexual. No es la primera vez que se hace pasar por un funcionario.

03 Noviembre de 2015 04:08
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Sin una gran producción, simplemente con un celular, un cambio en el tono de voz y un discurso le bastó para engañar a todos: en más de una oportunidad. El preso, que días atrás llegó a los medios por haberse hecho pasar por el juez federal Norberto Oyarbide, suma ahora un nuevo capítulo a su insólito historial delictivo: también delinquió en la piel de Rodolfo Canicoba Corral.

El preso también utilizó la identidad del juez Rodolfo Canicoba Corral para delinquir.

Después de hacerse pasar por Oyarbide y de violar a una policía, el recluso de 48 años, identificado como Jorge Celentano Arce, se comunicó con la comisaría 1° de Luján y se hizo pasar por Canicoba Corral. Su nuevo plan, similar al anterior, funcionó: dijo que necesitaba a una mujer policía para desbaratar a una banda narco. Los efectivos le creyeron sin inadagar y enviaron a una joven de 25 años quien, por pedido del presunto juez, visitó al recluso en Junín, quien iba a oficiar de “buche” para la investigación.

Según consignó el diario Clarín, La joven, dispuesta a avanzar con la investigación, se hizo presente en el penal e ingresó como visita, tal como se lo había solicitado el falso magistrado. Una vez en la sala de visitas, el preso la cubrió con una frazada y se sentó junto a ella. “¿Es necesario que hagamos todo esto?”, indagó nerciosa. “Hacé como si fueras mi pareja, acá estoy en riesgo”, justificó el preso.

El preso imitió al Juez Norberto Oyarbide.

Amparado en su mentira, el preso empezó a besarla y manosearla. “Ahora disimulá. Vamos a ir para allá, donde está ese cuartito, que ahí tengo todos los papeles para darte escondidos en una pared”, solicitó Celentano. Incómoda, la mujer policía abandonó la sala y regresó a la comisaría.

“No alcanzó a violarla, pero sí a abusarla: fue denigrante. Ella volvió a la comisaría, contó lo que había pasado, pero no se quedó tranquila. También hizo la denuncia en Asuntos Internos”, precisó una fuente de la investigación. “No la cuidaron y encima la quieren hacer pasar por loca, sin darle ninguna contención. Fue una víctima de la falta de cuidado de sus jefes. Creen que por vestir uniforme una mujer es dura y recia, pero no deja de ser una mujer”, sumó.

Jorge Celentano estaba procesado por el delito de extorsión.

Tras la exposición de sus estafas, Celentano fue trasladado a Sierra Chica. Aunque suma hechos similares en Lincoln, Junín, Pergamino, San Andrés de Giles, San Martín y Caseros, los investigadores buscan recopilar más casos en su contra.