“El juicio está cerrado, la gurisa está acorralada por todos lados”. Esas son las palabras que se escuchan cerca de los Tribunales de Gualeguaychú. En efecto, aunque todavía quedan dos semanas más de audiencias, la balanza está inclinada en contra de Nahir Galarza, la joven de 19 años imputada por el homicidio de quien fuera su novio por casi cinco años, Fernando Pastorizzo.
Nahir Galarza tiene 19 años. Enfrenta una posible condena perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo.
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Quedan, al menos, 60 testigos en la cola de declaraciones. Todavía ni siquiera se presentaron los peritajes psicológicos de Nahir, claves para determinar, en caso de existir una condena, a dónde podría ser enviada a cumplirla. Y acá se juega el mayor temor del entorno de la confesa asesina: ¿tendrá que compartir pabellón con una enemiga de la familia?
Fernando fue asesinado a sólo tres días de cumplir 21 años.
La joven permanece detenida desde el lunes 1° de enero en la Comisaría de la Mujer de Gualeguaychú. Las dos noches anteriores debió pasarlas en el Hospital Centenario, luego de descompensarse al culminar la declaración en la que se quebró y confesó ante el fiscal: “Sí, fui yo; lo maté yo”.
Sol Martínez, ex amiga de Nahir, declaró en el juicio y la complicó.
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Desde entonces, sus abogados hicieron lo imposible para que sea beneficiada con la prisión domiciliaria, pero no tuvieron suerte. ¿Un giro irónico? Quien sigue de cerca lo que sucede con Nahir es Gustavo Rivas, conocido como el “doctor abuso”. El abogado aguarda la elevación de su causa por acoso sexual a menores de edad desde su casa, ubicada a pocos pasos de los Tribunales en los que se lleva adelante el juicio contra Galarza.
Así abandonaba Tribunales Sol, la "ex amiga" de Nahir Galarza
Todos los días pasea por la mañana por la plaza y, desde que el caso Pastorizzo irrumpió en la agenda nacional, volvió a levantar su persiana. Sabe que los ojos están puestos en otro expediente y así lo demuestra.
Marcelo Galarza fue absuelto por el asesinato de un narco durante un operativo.
En contraposición, Nahir permanece detenida. Sabe, como su familia, que tiene muy pocas chances de salir en libertad. La carga probatoria con la que el fiscal Sergio Rondoni Caffa llegó al juicio es más que contundente. Por lo que su defensa pasó de intentar desligarla del crimen -uno de sus abogados llegó a poner en tela de juicio si había disparado ella, pese a que Nahir confesó haberlo hecho- a concentrarse en dónde cumplirá condena e intentar disminuir lo más posible los años de prisión.
Así se mostró Nahir durante la primera audiencia.
El peor de los escenarios para la estudiante de abogacía hoy sería el traslado a la cárcel de máxima seguridad de Paraná, ubicada a casi 300 kilómetros de Gualeguaychú. Ahí está detenida la mujer de Claudio Marcelo Cañete, el narco al que el padre de Nahir acribilló con una escopeta el sábado 20 de septiembre de 1996 en la ciudad de Concordia, durante un operativo encubierto.
Los papás de Nahir siguen de cerca el juicio, aunque todavía no declararon.
Una sangrienta paradoja del destino quiso que Nahir naciera dos años después. La ahora imputada por el homicidio doblemente agravado de Fernando llegó al mundo mientras su padre, un efectivo policial de la provincia, estaba sentado en el banquillo de los acusados.
En su momento, la fiscalía solicitó una pena de diez años de prisión por homicidio simple al considerar que Galarza tuvo una “reacción desmedida”. Sin embargo, la justicia lo absolvió alegando que el homicidio había sido en el marco de una “legítima defensa”.
El penal granja de Gualeguaychú / Gentileza: El Día
La causa se cerró y, aunque desde el entorno de los Galarza aseguran que vivieron durante muchos años amenazados -y que incluso llegaron a arrojarles una granada a su casa-, la familia siguió su vida en Gualeguaychú. Tres años después, Yamina Khor volvió a dar a luz. Esta vez, era un varón.
El asesinato de Fernando volvió a poner al apellido Galarza en la sección policial de los diarios locales. Y la noticia, claro, llegó rápido a oídos de la familia de Cañete. Después de 19 años, regresaba el apellido marcado con sangre, aunque ahora en un homicidio diferente.
En caso de ser sentenciada, Nahir deberá cumplir su condena en dos de los penales de Entre Ríos: una granja penal ubicada a sólo 17 kilómetros de Gualeguaychú o la prisión de máxima seguridad de Paraná, la misma en la que se encuentra recluida la mujer de Cañete. Según el entorno de los Galarza, su preocupación es que ocurra una “devolución de gentilezas” carcelaria.
Nahir Galarza y Fernando Pastorizzo estuvieron más de cuatro años juntos.
Lo que quieren es que, en caso de ir a prisión, Nahir sea derivada a la granja penal N°9, conocida como “El potrero”, que se emplaza a la vera de la ruta 136. Se trata de un predio de 50 hectáreas donde se emplazan los edificios de talleres, aulas, espacios recreativos y oficinas administrativas que constituyen el poco tradicional penal.
Sol, la ex amiga de Nahir, durante su declaración en el juicio.
Pero no cualquiera es derivado al “Potrero”. Se trata de un penal en el que la mayoría de los reclusos fueron condenados por “delitos menores” o ya cumplieron más de la mitad de su condena y demostraron que están aptos para vivir bajo un régimen de menor control, como paso previo a su liberación.
En caso de ser condenada, el juez de ejecución de pena -en la provincia hay dos: uno en Paraná y otro en Gualeguaychú- tendrá en sus manos el destino de Nahir. “Por el momento, la mayoría de las mujeres condenadas van al penal de Paraná porque la Granja se usa para delitos menores”, precisó a BigBang una fuente vinculada al caso.
Hay un tercer escenario posible: que permanezca en la Comisaría de la Mujer hasta que la sentencia quede firme, en caso de que sus abogados pongan en marcha las apelaciones correspondientes. La última carta que tiene es solicitar un acuerdo entre el sistema carcelario de Entre Ríos con otros, como el Federal o el de Buenos Aires, para cumplir su condena fuera de su provincia.
Una de las últimas fotos de Fernando: se pueden ver los golpes en su rostro.
En dos semanas, el tribunal -compuesto por los jueces Mauricio Derudi, Arturo Dumón y Alicia Vivian- dará a conocer la sentencia. Hasta ahora, Nahir se negó a declarar y asistió a dos audiencias. Sólo tiene la obligación de estar presente el día de la sentencia, aunque se especula con que podría prestar declaración en la ante última audiencia.