La villa 31 desde un dron.
¿Ajuste de cuentas narco? ¿O mafia por las casas? Poco antes de que amanecieran, los vecinos de la Villa 31, en Retiro, se encontraron con el incendio de un carro similar al que suelen utilizar los cartoneros.
Eran alrededor de las 5.30 de la mañana, cuando un grupo de bomberos llegó al lugar y combatió las llamas hasta extinguirlas. La escena posterior los impactó: habían tres cuerpos calcinados dentro.
¿Hubo un ajuste narco en la Villa 31.
Las primeras versiones señalan que los cuerpos son de un hombre, una mujer y un menor, de no más de 10 años. El hecho ocurrió en la manzana 103, frente a la casa número 80. Los restos de las víctimas se encontraban en el carro, debajo de varios cartones. Horas antes, los vecinos habían notado a tres hombres empujando el carro. Según los investigadores, eso fue a las 3.30.
El caso recayó en la fiscalía 25 a cargo de Martín Mainardi y los tres sospechosos fueron identificados y responderían a una organización narco liderara por el peruano César Morán de la Cruz, más conocido como "El Loco" César, quien se encuentra detenido desde hace un tiempo en la cárcel de Devoto. Pese a esto, sus órdenes se las hace llegar a su hijo, Bladimir.
"El Loco" César.
Bladimir Morán Joyo, alias "Cabecita"y el hijo del capo narco, está prófugo desde hace casi dos años. El juez federal Ariel Lijo ordenó una serie de operativos en la villa 31 para desarticular a la banda de "El Loco" César en junio de 2016. Desde ese entonces, su hijo se mantiene como fugitivo.
Lo que llamó la atención de los investigadores es que los tres cuerpos calcinados estaban atados con alambre y mutilados. "Es un barrio complejo, donde también hemos tenido homicidios vinculados con disputas por la ocupación de viviendas”, sostuvo el fiscal Mainardi.
“El Loco” César, lleva detenido desde 2012 en el penal Devoto.
César Morán de la Cruz, alías “El Loco” César, está detenido desde 2012 en el penal Devoto. Fue juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 24 de Capital Federal, que le dio 15 años de prisión por el asesinato de Kevin Beltrán Goicochea, un joven de 16 años que se negó a “trabajar” vendiendo droga para él, y por la tentativa de homicidio de otro adolescente.