Dos disparos acabaron con la vida de Leandro Alcaraz, el colectivero de la línea 620 que fue asesinado de un tiro en el cráneo y otro en el tórax en la tarde del domingo 15 de abril en Virrey del Pino. En siete días hubo al menos otros cuatro ataques a choferes en distintos puntos de Capital Federal y el conurbano, el último de ellos ayer a la noche en la línea 110.
El hecho más grave ocurrió en Virrey del Pino, partido de La Matanza, con la muerte de Alcaraz, en un episodio que aún no fue esclarecido por la Justicia. Lejos de ser el primer ataque a un colectivero, la muerte de Alcaraz fue el más grave de al menos cinco hechos violentos que enfrentaron en la última semana choferes de distintas líneas, tanto en Capital Federal como en el conurbano bonaerense.
Alcaraz, el colectivero asesinado el domingo pasado.
El último de ellos ocurrió anoche, cuando un interno de la línea 110 fue baleado en el barrio porteño de Villa General Mitre, cuando transitaba por la avenida Boyacá en el cruce con Margariños Cervantes. Aunque no produjo heridos, el balazo provocó un fuerte estruendo al impactar con el vidrio en una de las puertas de descenso de pasajeros.
De inmediato, el chofer realizó la denuncia en una comisaría ubicada a pocas cuadras, y el resto de los choferes iniciaron una huelga para exigir mayores medidas de seguridad arriba de los colectivos. La semana pasada, a partir de la muerte de Alcaraz, sus compañeros hablaban de la necesidad de instalar una cabina que los proteja, así como cámaras de seguridad y botones antipánico.
LA BRUTAL AGRESIÓN POR CAMBIOS EN EL RECORRIDO
Otro de los episodios que provocó conmoción la semana pasada ocurrió en un interno de la línea 373, cuando el colectivero Ariel Rosas, de 26 años, sufrió cortes en la cabeza y el rostro y debió ser hospitalizado tras ser atacado por un pasajero molesto por un cambio en el recorrido habitual a raíz de un corte de tránsito, en el cruce de Alem y Estevez, en la zona de Isla Maciel, en Avellaneda.
El colectivero golpeado en la línea 373, días atrás.
Según testigos que presenciaron el ataque, Rosas fue agredido por el pasajero con la mano, aunque el golpe fue tan violento que le provocó heridas cortantes. El chofer debió ser derivado a un hospital de la zona, donde recibió varios puntos de sutura. La empresa a cargo de la línea anunció que modificará el recorrido para evitar esa zona.
ATAQUE CON ARMA BLANCA EN PABLO PODESTÁ
Isaías Gerez también fue víctima de un brutal ataque mientras trabajaba el sábado, en este caso en la línea 169, en la zona de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero. Sufrió graves heridas en las manos y el brazo derecho tras ser agredido por dos delincuentes que lo asaltaron.
Según relató a Todo Noticias un compañero de Gerez, el episodio ocurrió cuando dos delincuentes subieron a la unidad y obligaron al chofer a desviarse. Gerez quiso resistirse al robo, pero los ladrones le tajearon los dedos y el brazo con un cuchillo. “Antes de irse le sacaron la plata y el teléfono. El colectivo estaba vacío”, relató Cristian.
Agresión violenta. Así terminó el colectivero de la línea 169.
En este caso, el resto de los trabajadores de la línea 169 también iniciaron una huelga para exigir mayores medidas de seguridad. “No es tan frecuente que pasen estas cosas, pero a la tarde otro de mis compañeros se salvó de que lo asaltaran porque había un policía arriba del colectivo”, agregó Cristian.
“TENGO SALDO EN LA SUBE Y DOS BALAS”
Un delincuente asaltó a los pasajeros de un colectivo de la línea 98, también en Avellaneda, el miércoles pasado. A punta de pistola, el ladrón pronunció una oscura frase referida al crimen de Alcaraz. “Tengo saldo y dos balas”, lanzó, en relación a que el colectivero asesinado el domingo pasado había mantenido una discusión con uno de los delincuentes por la tarjeta SUBE y acabó muerto de dos disparos.
En la línea 98 asaltaron al chofer y los pasajeros.
Daniel, un colectivero de la 98, aseguró que se viaja con miedo todos los días. “Mi familia tiene miedo, me pidan que no discuta por un boleto”.
CIFRAS CRUZADAS
Según el Ministerio de Transporte de la Nación, durante 2017 hubo 233 episodios delictivos en el interior de colectivos de todo el país, de los cuales 68 fueron robos. En la provincia de Buenos Aires, solo en el primer semestre del año pasado hubo 77 episodios de inseguridad, lo que marcaba un descenso si se lo compara con los 83 episodios que hubo durante los primeros seis meses de 2016 y los 110 que hubo en el primer semestre de 2015.
Sin embargo, las estadísticas que tiene la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que agrupa a los choferes de colectivos, denunció la semana pasada que en 2017 hubo 15 hechos violentos por día arriba de las unidades, una cifra que está muy por encima de los números oficiales, y que incluye no solo robos, sino también otro tipo de agresiones violentas.