21 Marzo de 2025 09:10

En un episodio digno de una película absurda, la Comisaría Sexta de Sáenz Peña, Chaco, se convirtió en el centro de un escándalo que dejó a la fuerza policial en la mira de la opinión pública. Un video viralizado en redes sociales mostró al Comisario Principal Ramón Gustavo Sosa y a un subcomisario bebiendo alcohol dentro de la seccional, en lo que debería haber sido un día de servicio. Las imágenes desataron una ola de indignación entre los vecinos y obligaron a las autoridades a tomar medidas drásticas. Todos fueron suspendidos por beber en horas de servicio dentro de la comisaría.
Las imágenes, grabadas por un testigo anónimo, muestran a los agentes compartiendo botellas de cerveza en la misma dependencia policial en la que, paradójicamente, se supone que deben garantizar el orden. "Los policías andan borrachos y toman en las comisarías, e incluso hay videos insólitos con el comisario Sosa en completo estado de ebriedad en horario de servicio", denunciaron los vecinos a través de Facebook.
La revelación desató un escándalo que no tardó en alcanzar los despachos más altos de la Policía chaqueña. Frente a la repercusión, el Jefe de la Policía provincial, Fernando Romero, anunció la suspensión de los agentes implicados sin goce de haberes, además de la retención de sus armas reglamentarias y credenciales policiales. La medida no solo alcanzó a Sosa, sino también a otros dos efectivos que participaron de la bochornosa escena.
"La gente tiene razón cuando dice que mientras les están robando el celular a dos cuadras de la comisaría, los policías están tomando cervezas en la unidad. Es inaceptable", declaró Romero, visiblemente molesto. La indignación de la ciudadanía no se hizo esperar. "Es una vergüenza, estamos desprotegidos. ¿Quién cuida a los ciudadanos mientras ellos brindan?", comentó un vecino de la localidad.
Según trascendió, la insólita celebración de los agentes estaría relacionada con un "festejo" por la reciente incautación de teléfonos celulares a los reclusos de la dependencia y el traslado de algunos oficiales con los que mantenían diferencias. Aunque la versión no fue confirmada por las autoridades, el episodio refleja una alarmante falta de profesionalismo dentro de la fuerza.

La sanción aplicada a los implicados se enmarca en los artículos 145 y 147 inciso B del Reglamento del Régimen Disciplinario Policial, y no se descarta que más efectivos sean sumariados a medida que avance la investigación. "El uniforme es uno solo, la falta de disciplina de algunos ensucia a toda la institución. Pedimos disculpas a la sociedad", concluyó Romero.
Mientras el sumario avanza, los ciudadanos de Sáenz Peña se preguntan cuántos otros episodios como este habrán quedado fuera del ojo público. La confianza en la fuerza policial, ya debilitada por numerosos episodios de corrupción y abuso de poder, vuelve a tambalearse. En un contexto donde la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la sociedad, el espectáculo de uniformados brindando dentro de la propia comisaría solo sirve para reforzar la sensación de desprotección y desamparo.

Por ahora, el video sigue circulando en redes, dejando en evidencia una escena que la Policía de Chaco querría borrar. ¿Justicia o impunidad? La suspensión de los oficiales es solo el primer paso. Lo que la ciudadanía espera es que este episodio no termine en el olvido, sino que sirva para depurar y reformar una fuerza que, en teoría, debe estar al servicio de la comunidad, y no brindando por su propia impunidad.