Durante la madrugada del viernes 4 de diciembre se vivió un aberrante hecho en la fiesta que realizó Juan Martín Lucero en su casa del country Camino Real y que involucró a otros tres jugadores de Vélez, Ricardo Centurión, Thiago Almada y Miguel Brizuela: M. -la víctima del hecho y cuyo nombre no damos a conocer a pedido suyo- denunció haber sido violada en una de las habitaciones del primer piso de la vivienda.
En su relato, la joven de 28 años involucró en el acto de abuso sexual a Almada y a Brizuela: "Brizuela me tenía agarrada de los pelos, obligándome a hacerle sexo oral, mientras la morocha tenía sus dedos en mi vagina y Thiago quiso penetrarme por el ano, que le dije ´Basta, me siento mal´. Pero él continuó la relación sexual, no puedo afirmar ni descartar haber sido penetrada (por el futbolista de Vélez)".
Al mismo tiempo, la víctima remarcó que a la hora de intentar llamar al 911, Lucero -delantero del conjunto de Liniers- se los impidió. "Me cogieron todos. Entré en shock, no sabía qué me estaba pasando. Queríamos llamar a la policía y les dijimos a ellos que llamaran. Ninguno nos brindó ayuda y nos dimos cuenta en ese momento que nos habían robado la cartera con nuestras pertenencias (más de $5 mil y sus teléfonos)".
BigBang pudo acceder a la denuncia ampliada de la principal testigo del hecho, identificada como Verónica, amiga de la víctima y quien llegó al lugar junto a ella. Ambas habían sido invitadas por una amiga en común, identificada como Noelia A., quien intercambiaba mensajes a través de Instagram con Ricardo Centurión y con la que -aclararon en la denuncia- no volvieron a tener contacto después de lo ocurrido.
En la denuncia ampliada, la testigo principal del caso aclaró sobre su amiga Noelia: "Nos comentó que estaba hablando por Instagram con Centurión, que tenía ganas de verlo. Ella se quería ir sola y que fuéramos solas cuando terminábamos con todo, le dijimos que no, que si no íbamos todas juntas nosotras no íbamos, que no conocíamos a nadie. Entonces, nos esperó pero estaba desesperada por ir, seguramente había prometido llevar amigas".
Ya en la fiesta, Verónica remarca que el ex Racing les trae para beber una cerveza y dos copas de champagne con speed, les cuenta que habían vuelto de Colombia -Vélez había enfrentado a Deportivo Cali- y que al día siguiente debían viajar a Paraná para jugar contra Patronato. "Nos dijo que estaba re en pedo y re loco, que tenía flores para fumar. Se acerca una de las chicas y nos dice que vayamos a buscar nuestras cosas", contó.
Según recordó, se quedó sola con M. (la víctima) cuando su amiga Noelia decidió irse a "intimar" con Centurión. "Yo me quedo con M. , como se había acabado el champagne y había vodka con speed. Recuerdo que le trajeron un vaso con vodka puro. Se lo trae Thiago (Almada). Yo no tomé de ese vaso. Vuelve N (invitada de Centurión), nos muestra fotos y videos teniendo sexo con Centurión", detalló.
Y siguió: "Al rato, ella ve que él se va al interior de la casa de la mano con otra chica y ella se puso con cara de culo. Nos quedamos con las chicas en el quincho y había cuatro o cinco chicas más. Una de ella nos dice hay keta, ¿quieren? No, le respondemos. En ese momento una de las chicas, que estaba en la fiesta, se muestra como melancólica hablando de su vida y M. se puso a hablar con ella.".
En esa línea, explicó que Centurión ya sabia que iba a ser papá: "Nos quedamos ahí con Noe en el borde de la pileta, seguía buscando a Centurión y yo le dije: ´Dejate de joder, ¿qué te prometió que se va a casar con vos? Ella me cuenta que Centurión estaba triste porque iba a ser papá y no quería estar con esa chica. En un momento después, veo que M. sale del quincho tomada de la mano de Thiago dirigiéndose a la casa".
En ese sentido, remarcó que decidió ir a buscar a su amiga poco tiempo después porque ambas tienen "la costumbre" de cuidarse entre ellas. "Nos vamos juntas y nos avisamos cualquier cambio. Cuidamos la una de la otra. Subo, voy a dos habitaciones que estaban vacías, abro la otra y veo a Brizuela arrodillado en la cama, como tirando del pelo de M., y ella practicándole sexo oral", remarcó la amiga de la víctima.
Además del central de Vélez, en la habitación junto a su amiga estaban una mujer "de pelo negro largo y lacio, de 1.75 de altura y 70 kilos" y el propio Thiago Almada. "La mujer era muy grandota, la manoseaba. Thiago también estaba en la cama, dentro de la habitación mirando. Fue a los que vi, la imagen me shockeó. Yo pregunté: ´¿M. estas bien?” Me pareció entender un sí, fue como un balbuceo y cerré la puerta, me fui", relató.
Y agregó: "Cuando bajo las escaleras, baja atrás mío Centurión con otra chica, no entendí de que habitación salieron porque las otras dos habitaciones estaban vacías. La imagen que vi me shockeó porque a M. no le gusta el sexo grupal y rechaza a las mujeres. ¿De dónde bajó Centurión?...Le digo a Centurión que nos queremos ir, pero él estaba muy alcoholizado y drogado en ese momento".
Según explica en su denuncia, decidió regresar por su amiga, sumida en la culpa, y al volver se topó con que la habitación donde estaba la joven de 28 años había sido cerrada con llave. "Estaba muy preocupada y culposa por haber aceptado una respuesta poco clara. Reviso todas las habitaciones y estaban vacías, voy a la habitación donde vi a M. y estaba cerrada con llave. Se ve que les molestó que yo hubiera entrado antes", resaltó.
En el escrito, la testigo detalla que al pedir ayuda y volver, se encontró con la puerta abierta, luz prendida de la habitación y a su amiga desmayada (inconsciente) en la cama con una jarra de plástico en la mano: "Veo al pelado gordo, salir de encima de mi amiga riéndose y subiéndose los pantalones. Yo me le voy encima a él, lo empujo y le grito: ¿qué mierda hiciste hijo de puta? la choncha de tu madre, tomatelas...".
Se trata de uno de los principales sospechosos y prófugos de la justicia, Juan José Acuña Delbene, calvo, robusto, vestido con bermudas de jean, que no es jugador del club. Es un rostro medianamente conocido en el ambiente del fútbol, particularmente en el Ascenso. El hombre tiene 42 años y una larga experiencia como director técnico. Entre marzo de 2008 y noviembre de 2015 trabajó en el club Defensa y Justicia.
En ese momento, Verónica comenzó a gritar por ayuda y pidió que llamaran a la policía, pero el anfitrión, Lucero, se negó. "Bajo para ir a buscar mi cartera y el celular para pedir ayuda, lo veo a Centurión y le pido que llame a la policía y me respondió: ´Pero si tu amiga está re borracha´. Quiero pegarle y me agarra fuerte de los brazos, dejándome marcas y un terrible dolor en el hombro por los empujones que me dio", explicó.
Y sumó: "Nadie respondió a mi pedido de ayuda, nadie de las 20 personas que estaban ahí llamó a la policía ni llamo a una ambulancia, todos sabían lo que estaba pasando y todos decidieron mirar a un costado, yo no tenía manera de llamar a la policía, no tenía mi cartera. Subo corriendo y M. estaba en el baño con la morocha que la abusó....M. se desmaya nuevamente".
Según cuenta Verónica, Lucero le trajo su cartera, pero su teléfono celular ya no estaba. "Martin (Lucero) me dice vení y me lleva a la habitación, después cierra la puerta (sentí miedo). Me dice vení, vos necesitas un abrazo, calmate no llames a la policía, lo arreglamos, ¿cuánto querés? No entendí en ese momento, no advertí que me quería comprar con dinero, era imposible pensar un trueque de abuso por dinero", aclaró.
Y continuo: "Le dije: ´loco se me parte el alma con lo que vi, me siento morir y nadie hace nada. Responde: ¿por qué te pensás que te dije va a ser cuando yo quiera? porque sabía que esto iba a pasar. Ahí me di cuenta que todo estaba planeado y que habíamos caído en una trampa. Entra el pelado mayor, me paro y le doy vuelta la cara de un cachetazo. Martin siempre al lado mío cuidando a sus amigos".
La amiga de la víctima aclaró que ella se lamentaba por lo que había ocurrido y le decía: "Todo fue mi culpa, yo me puse en pedo, me cagaron la vida, me cogieron todos, hasta una chica...", mientras que ella aún pedía por ayuda. "Nos tiramos al piso a llorar, la abrazo y le digo amiga vales oro hayas tomado o no. Nadie puede tocarte un pelo, reaccioná", aclaró, revelando que le habían robado todas sus cosas para que no pudiera llamar al 911.
Verónica sostiene en su denuncia que Lucero, después de tanto insistirle, le devolvió su teléfono. "Martin era quién me había hurtado uno de mis teléfonos. Lo tenía en la mano, lo sacó de su bolsillo. Después de pedírselo varias veces me lo da, impidió en todo momento que pueda pedir ayuda a cualquiera de mi entorno y que llame a la policía. Ahí quedó evidente que Martín era quién me había robado las cosas", sostuvo.
Finalmente, recordó que recorrió la casa con efectivos de la policía y aclaró que no solo le robaron su cartera (con 10 mil pesos, un teléfono Samsun j7 del trabajo y las llaves del auto), sino que también utilizaron los datos de sus tarjetas de crédito para, por medio de mercado pago, hacer tres extracciones de $18.000; dos de $6.000, tres de$ 5.000; y una de $1567, y una compra de $858 en McDonalds.