En la pandemia además del aumento del consumo de streamming, florecieron las estafas virtuales. Planes de ahorro, ofrecimientos de préstamos y un sinfín de variantes empezaron a aparecer y generar que las divisiones de cibercrímen tengan que estar al día para combatirlas. De hecho, uno de las últimos delitos detectados viene mediante el servicio de mensajería WhatsApp e incluye el robo de identidad.
Es que los estafadores pueden suplantar la identidad del usuario y tomar el control de sus mensajes. De esta manera se hacen pasar por el soporte técnico de WhatsApp y se contactan con el usuario a través de un mensaje SMS para comunicarle que su número de teléfono, el que tiene vinculado a este servicio, fue registrado en una nueva cuenta.
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En este sentido, para comprobar que la persona a la que se están dirigiendo es la propietaria de la cuenta, los delincuentes digitales le solicitan que les reenvíe un código de seguridad formado por seis dígitos que van a recibir vía SMS. Asimismo, si la víctima envía el código de seis dígitos para verificar su identidad, habrá perdido totalmente el control sobre su cuenta de WhatsApp y los delincuentes podrán iniciar sesión con su número de teléfono. Básicamente, podrán robar la cuenta y suplantar la identidad de la víctima.
¿Para qué buscarían suplantar la identidad? Simple, para enviar diferentes mensajes a los contactos de la víctima solicitando dinero de forma urgente. Con un mensaje que ya tienen preestablecido, más las conversaciones anteriores de la persona a la que le robaron la identidad, se hacen pasar por otro para pedir dinero.
Esto ya generó una decena de denuncias debido a que se trata de una práctica que comenzó a hacerse popular. Una vez que la segunda víctima cae en la mentira, le pide que le hagan una transferencia a una cuenta bancaria especial. Esa misma cuenta, a los días, es vaciada y cerrada.
La proliferación de este tipo de estafas hizo que diferentes empresas vinculadas a la seguridad informática tengan que empezar a emitir boletines y manuales para que se deje de caer en ese tipo de prácticas. Una de ellas vino por parte de ESET que armó un manual y dio algunos consejos de lo que se tiene que hacer para no caer en estas trampas.
En caso de ver el mensaje en su bandeja de entrada, aconsejan que lo eliminen inmediatamente "con el objetivo de evitar una brecha de seguridad”. Otro dato a tener en cuenta: nunca se debe perder de vista el teléfono o dispositivo. Por eso, los especialistas aconsejan desactivar la vista previa de sus mensajes SMS. Esto puede sonar obvio, pero muchas personas prefieren tener activa para mirar los mensajes más rápidamente. La consecuencia de que un tercero acceda a ver el código puede ser fatal.
Los investigadores de ESET recuerdan que es imposible que se utilice el número de la potencial víctima para registrar una nueva cuenta, ya que WhatsApp solo permite disponer de una cuenta por número de teléfono registrado. Por otro lado, el servicio de mensajería cuenta con una función de seguridad clave para evitar este tipo de estafas virtuales: la verificación en dos pasos, que suele utilizarse para proteger las cuentas de mail y redes sociales.
Con la aplicación abierta, habrá que dirigirse a Ajustes>Cuenta>Verificación en dos pasos y haz clic en Activar. Luego, ingresar un código de seis dígitos que será la llave para blindar nuestra cuenta. Después, hay que ingresar la dirección de correo electrónico como capa de seguridad adicional.
Finalmente, WhatsApp tendrá configurada la confirmación de la verificación en dos pasos en el teléfono, lo que significa complicará aún más la chance que alguien pueda secuestrar la cuenta o transferir todos los mensajes a otro dispositivo.