Magalí Gómez Acosta tenía 23 años cuando la madrugada del 25 de diciembre del 2021 fue embestida por una Dodge Ram que iba a alta velocidad por la Ruta Nacional 226. La joven iba a bordo de una moto Gilera Smash junto a Alberto Nahuel Agüera, cuando la camioneta manejada por Daniel Alfonso Portela, de por entonces 46 años, los chocó en el kilómetro 169 por detrás: como consecuencia del impacto, ambos llegaron en grave estado al Hospital Santamarina.
Ella le había dicho a su mamá antes de salir: "Vieja no te vayas a acostar que cuando vuelva te plancho el pelo". "Pero en una hora pasamos de ser abuelos a ser padres otra vez", había recordado Miguel, padre de la víctima, en diálogo con BigBang. Al llegar a la guardia del Hospital Santamarina, les dijeron que su hija estaba "grave" y minutos más tarde, la policía trasladó al nosocomio a Portela. "Lo sentaron delante mío, pero yo no sabía que había sido él, el que atropelló a mi hija", reveló.
Tanto Magalí como Agüera -que según la familia de la joven se encontraban en una relación desde el 11 de diciembre- presentaban graves lesiones. Pero el mayor daño se lo llevó la joven de 23 años, quien finalmente murió alrededor de las 5 de la mañana de aquella trágica jornada. "Mi hermana se estaba conociendo con este chico y salió a dar una vuelta, una vuelta que le costó la vida", le había relatado por aquel entonces Nayla Gómez, hermana de la víctima, a este sitio.
El tiempo pasó y la familia de Magalí logró conseguir la tan anhelada y reclamada justicia: Agüera, el conductor de la motocicleta, quien -según consta en el expediente- circulaba sin luces y con 1,28 gramos de alcohol en sangre, fue condenado por el titular del Juzgado Correccional 1 de Tandil, Carlos Pocorena, a tres años y seis meses de cumplimiento efectivo por resultar coautor penalmente responsable del delito de homicidio culposo agravado.
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Además, lo inhabilitó para conducir durante siete años. Esta pena quedó firme en los últimos días, luego de que la Cámara de Apelación y Garantías de Azul se pronunciara al respecto. "Son tres años de prisión en efectivo cumplimiento. Lo tienen que detener. La justicia lo que se sabe es que tiene un domicilio en Pergamino, que es el domicilio que él ratificó, porque supuestamente denunció que nosotros como familia de Magali lo amenazamos, pero nunca lo amenazamos, nunca nada", explicó Nayla, la hermana de la víctima, en diálogo con este sitio y sumó: " Al contrario, la familia de él siempre estuvo haciendo cosas contra nosotros".Entre las agresiones y amenazas que recibieron durante estos últimos dos años de parte del entorno del condenado, la hermana de Magali detalló dos hechos puntuales: "Nos hicieron cosas contra la capillita que habíamos hecho al costado de la ruta, donde falleció Magali. Pero él tiene un domicilio fijado que es en Pergamino, en la casa de la hermana. Cuando pasó lo el accidente de Magalí, mis hermanos más chicos y yo trabajamos todos en Pedidos ya, y se nos aparecían en autos y nos los tiraban encima. No podíamos vivir tranquilos, literalmente; o vivíamos amenazados, por teléfonos o por mensajes, o intentaban lastimarnos en la calle".
De acuerdo a Nayla, desde el entorno de Agüera los "encerraban" con sus autos cuando ellos estaban llevando los pedidos. "Cada vez que nosotros íbamos a la fiscalía, porque siempre, desde que pasó lo de Magalí hasta el día que llegó el 23 de mayo, que se cumplió el año y no teníamos respuestas, fuimos de manera cotidiana a la fiscalía para ver si nos atendía el doctor Gustavo Morey, que era la fiscal de la causa. Cada vez que nosotros íbamos a la fiscalía para exigir respuestas, aparecía al otro día la capillita de Magalí en medio de la ruta, siempre rota o le robaban las cosas o le rompían todo, literalmente", denunció la joven.
Cabe destacar que el tribunal hizo lugar a la reducción de la pena y la morigeró a tres años de cumplimiento efectivo, con siete años de inhabilitación especial para conducir vehículos automotores. Mientras que Portela, quien circulaba a 94 km/h -aunque una pericia previa había establecido que iba a 160 km/h- con 0 gramos de alcohol en sangre, fue condenado a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y cinco años de inhabilitación especial para conducir vehículos automotores. "Estamos contentos porque dentro de todo, nosotros queríamos que sea una condena ejemplar para que esto sirva de ejemplo", resalto Nayla.
Y agregó: "Queremos que esto sirva para que la gente piense un poquito, que no piensen que salen con sus autos, matan a alguien y todo se olvida así como si nada. A nosotros esto nos da un poco alivio, saber que él va a ir detenido, que va a pagar por lo que hizo, porque él subió a la ruta en el estado que estaba, borracho, y le sacó la vida a mi hermana. ¡Le arrebató la vida literalmente a mi hermana! Sí. no era la pena que esperábamos, porque tres años se pasan muy rápido, porque imagínate que ya el 24 de diciembre de este año van a ser tres años de que murió mi hermana. No son nada tres años, pero le va a servir a él y a un montón más, como ejemplo".
Sobre la detención del condenado Agüera, una vez firme o ejecutable la presente sentencia, el magistrado indicó que debía constituir domicilio dentro de las cuarenta y ocho horas de notificado e informar cualquier cambio en el mismo dentro del mismo plazo. Asimismo, lo obligó a presentarse en forma quincenal en la sede de la dependencia policial para firmar el acta compromisoria y se le prohibió la salida del país. Sin embargo, en la resolución fechada el 5 de junio y notificada a la familia de la víctima, los jueces Damián Pedro Cini, Carlos Pagliere (h) y Gustavo Echevarría decidieron "rechazar parcialmente por improcedente el recurso de apelación interpuesto" por la defensa del culpable.
Y, en consecuencia, confirmar la sentencia contra Agüera. Pese a esto, el tribunal hizo lugar al recurso en lo que respecta a que la pena quede en tres años de prisión de efectivo cumplimiento -lo que significa una reducción de seis meses sin afectar la encarcelación- y ratificó los siete años de inhabilitación para conducir vehículos automotores. Además, la Cámara dispuso un plazo de cinco días improrrogables para que el Juzgado remita las actuaciones resultantes. "Siempre íbamos a la fiscalía a buscar una respuesta, a ver qué iba a pasar. Lo de nosotros, más que nada, era saber que que nos dijeran si él iba a ir detenido o si iba a activar en libertad", explicó Nayla sobre sus constantes pedidos de Justicia.
Y siguió: "No pedíamos mucho más, porque nosotros no molestamos a nadie". Magalí era madre de cuatro chicos, dos mellizos de seis años, otro nene de cinco y una nena de tres. Todos ellos, a excepción de la más chiquita que quedó al resguardo de su papá, habían quedado al cuidado de los padres de Magaló en la casa que tienen ubicada en el barrio ProCasa 2, Tandil. "La más chiquita, Roma, ya cumplió tres, el 22 de mayo justo. El que le sigue cumplió en abril los cinco, y los mellizos, el 23 justito cuando fuimos a fiscalía, que se cumplió el año del juicio, cumplieron los seis añitos. Dentro de todo te podría decir que están bien, pero siempre preguntando por su mamá, recordándola siempre", contó la tía de los nenes.
Y sentenció: "Uno de mis sobrinitos, el de la parejita de Mechi, es el que está más afectado. Él va a psiquiatra, va a psicólogo, Pobrecito, a él le afectó muchísimo la falta de su mamá".