La violencia dentro del deporte amateur volvió a ser noticia. El hecho ocurrió en Merlo y tuvo como protagonista a varios jugadores que respondieron a los golpes contra un árbitro durante un partido perteneciente a un torneo de barrio de la localidad bonaerense. Ahí mismo se enfrentaron Guaraní y Loma Florida, pero debido a varios sucesos e inconvenientes mientras se disputaba, el juez decidió frenar el encuentro, hablar con los jugadores y dar aviso que el partido sería suspendido.
¿Qué fue lo que sucedió? Según pudo contar Gianfranco, el árbitro designado, a los cinco minutos del primer tiempo Loma Florida ya iba perdiendo 2-0 y sus hinchas, generalmente personas allegadas a los jugadores, en vez de actuar a modo de motivación hacia quienes se encontraban alentando, decidieron tener un acto totalmente fuera de lugar: insultos, discriminación y amenazas desde atrás del alambrado dirigidos únicamente hacia el árbitro.
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De acuerdo con el juez, lo hacían directamente “responsable” de la momentánea derrota. Debido a que el ambiente se volvía cada vez más tenso y difícil de sobrellevar, Gianfranco tomó la decisión de acercarse a la mesa de los delegados, es decir, de quienes organizan y llevaban a cabo el torneo, con el fin de que puedan darle aviso a todas las personas que lo insultaban que frenaran con la violencia porque si no, el partido no podría continuar.Lejos de parar o de disculparse, los gritos siguieron y a medida que pasaban los minutos, se hacían presentes en mayor medida. El árbitro, volvió a acercarse directamente para que los delegados retirasen a aquellas personas que lo insultaban pero eso mismo desató el peor final. Minutos después, mientras los agresores se negaban a marcharse del predio, Gianfranco tomó la decisión de suspender el partido por actos inadecuados.
Reunió a los jugadores, avisó que el partido sería suspendido por violencia y en vez de recibir un apoyo o un mensaje de conciencia de parte de los jugadores hacia sus allegados, recibió lo peor: una feroz golpiza. Fue en el mismo momento en el que se encontraba hablando con todos los jugadores, cuando un integrante de Loma Florida decidió responder con golpes de puño sin cesar.
Incluso, un testigo del momento llegó a captar el video en el cual se lo ve a Gianfranco vestido absolutamente de naranja con la indumentaria que suelen usar los árbitros, en el medio de todos los jugadores de Loma Florida. Algunos de ellos lo atacaron con golpes de puño en diversas partes del cuerpo y a la hora de huir hacia el centro del campo de juego para escapar de aquel rincón, fue perseguido y la golpiza continuó.
En el video se escucha como de fondo algunas personas y otros integrantes del equipo le pedían a sus compañeros que “no le peguen” al árbitro, pero en vez de distanciarlos, se quedaban parados quietos al lado de cada uno de ellos siendo testigos y cómplices de lo que estaba sucediendo. Lamentablemente, no es la primera vez que sucede un caso así, dado que hace tan sólo dos meses ocurrió algo similar en un episodio que tomó una enorme relevancia por su trágico final. Fue en Sarandí cuando un grupo de futbolistas que se encontraban jugando un partido para un torneo totalmente amateur reaccionaron de la peor manera contra un árbitro por mostrar una tarjeta roja de expulsión y desencadenó un trágico final.
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La víctima, Ariel Paniagua se sacó del bolsillo la tarjeta roja, la mostró y automáticamente uno de los presentes en el campo de juego respondió con un golpe de puño en su rostro y una vez que se desvaneció en el suelo, Williams Alexander Tapón culminó la agresión con una feroz patada en la cabeza, lo que le podría haber costado la vida. Rápidamente el árbitro fue trasladado hacia un hospital de la zona de manera inconsciente y tras despertar, el hecho tomó tal visibilidad que no sólo recorrió todos los medios de comunicación, sino que se llevó a cabo una denuncia en la comisaria hacia Tapón, por intento de homicidio.
En ese momento, el futbolista, que tenía tan sólo 24 años, se encontró acorralado por la Policía a punto de detenerlo y tomó la decisión de quitarse la vida a metros de las vías del ferrocarril, tras haber sido imputado por "homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo".